lunes, 23 de abril de 2018

¿Se puede prevenir el autismo?

Aunque en la mayoría de los casos no se conoce la causa exacta del autismo, algunos casos están relacionados con la exposición a sustancias químicas durante el embarazo. Por lo tanto, es esencial evitar tomar medicamentos durante el embarazo, a menos que el médico los recete específicamente. Esto es especialmente cierto con algunos medicamentos para las convulsiones, como el ácido valproico, un medicamento que se receta para el tratamiento de convulsiones, migrañas y trastornos bipolares. También es esencial evitar consumir bebidas alcohólicas de ningún tipo durante el embarazo. La inmunización contra la rubéola (a veces llamado “sarampión alemán” en inglés) antes de quedar embarazada puede prevenir el autismo asociado a la rubéola.

Luego del parto, hay ciertas medidas que pueden ser de ayuda para prevenir el autismo. Una es el diagnóstico y tratamiento temprano de la fenilcetonuria (PKU, por sus siglas en inglés). Esta es una enfermedad hereditaria causada por la falta de una enzima hepática que se requiere para digerir la enzima fenilalanina. De forma similar, el diagnóstico y tratamiento tempranos de la celiaquía puede reducir el riesgo de tener autismo.
Investigadores de la Universidad de Washington, Seattle, comenzaron recientemente un innovador estudio con fondos del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD, por sus siglas en inglés). El objetivo es descubrir si el autismo se puede prevenir en un grupo específico de niños. Los niños inscritos en el estudio son bebés de seis meses de edad o menos, con un hermano/a mayor diagnosticado con autismo. Ellos serán parte del primer estudio diseñado para impedir que los síntomas del autismo se desarrollen en los niños que tienen mayor riesgo de padecer el trastorno. Mientras que el estudio más reciente indica que el autismo afecta hasta a uno de cada 150 recién nacidos estadounidenses, alrededor de uno de cada 20 bebés que tiene un hermano/a mayor con autismo desarrollará el trastorno. Este estudio representa el primer intento por intervenir y tratar a los bebés en riesgo de autismo al primer indicio de los síntomas. Uno de los objetivos del estudio es ser capaces de identificar el autismo tan pronto como sea posible, antes de que aparezcan síntomas más obvios. Eso permite que los profesionales de atención médica se involucren y comiencen el tratamiento mientras que las conexiones en el cerebro del niño/a aún son lo suficientemente receptivas.


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