lunes, 23 de abril de 2018

¿Qué tipos de problemas de aalud tienen los niños con autismo?


Cada niño/a con autismo tiene diferentes reacciones y problemas en niveles distintos. Aquí hay algunos de los problemas que acompañan frecuentemente al autismo.

Problemas sensoriales

Un gran número de niños con autismo es muy consciente de, e incluso dolorosamente sensible a, ciertos sonidos, texturas, sabores y olores. Algunos niños no soportan el roce de la ropa en su piel. Algunos sonidos, una aspiradora, un teléfono sonando, una tormenta repentina, incluso el sonido de las olas rompiendo en la costa, harán que estos niños cubran sus oídos y griten.
En el autismo, parece que el cerebro es incapaz de equilibrar adecuadamente los sentidos. Algunos niños no parecen notar el dolor o frío extremos. Un niño/a con autismo puede caerse y fracturarse un brazo, y nunca llorar. Otro puede gritar alarmado cuando apenas se lo toca.

Retraso mental

Muchos niños con autismo tienen alguna disfunción mental. Al realizar pruebas, algunas áreas de capacidad pueden ser normales, mientras otras pueden ser especialmente débiles. Por ejemplo, un niño/a con autismo puede tener buenos resultados en las partes de la prueba que miden las habilidades visuales, pero obtener puntajes más bajos en la parte del lenguaje.

Convulsiones

Uno de cada cuatro niños con autismo desarrollará convulsiones, que a menudo comienzan en la infancia temprana o cuando se convierten en adolescentes. Convulsiones, causadas por actividad anormal en el cerebro, pueden producir pérdida de conciencia temporal (desvanecimiento), una convulsión corporal, movimientos inusuales o ausencia. A veces, un factor que contribuye es la falta de sueño o una fiebre alta. Un EEG (electroencefalograma, un registro de las corrientes eléctricas desarrolladas en el cerebro por medio de electrodos que se aplican en el cuero cabelludo) puede ayudar a confirmar la presencia de la convulsión.
En la mayoría de los casos, las convulsiones se pueden controlar con algunos medicamentos llamados “anticonvulsivos”. La dosis del medicamento se ajusta cuidadosamente, de manera que se utilice la mínima cantidad posible que sea eficaz.

Síndrome de X frágil

El síndrome de X frágil es la forma más común de retraso mental hereditario. Ocurre porque una parte del cromosoma X tiene una porción defectuosa que parece pinzada y frágil cuando se lo observa en el microscopio. El síndrome de X frágil afecta a alrededor de dos a cinco por ciento de las personas con autismo.
Es importante que se realicen pruebas de detección de X frágil a los niños con TEA, especialmente si los padres están considerando tener otro hijo/a. Por una razón desconocida, si un niño/a con TEA también tiene X frágil, existe una probabilidad de uno de cada dos de que los niños nacidos de los mismos padres tengan el síndrome. Otros miembros de la familia que puedan estar pensando en tener un hijo/a quizás también quieran realizarse pruebas de detección del síndrome.

Esclerosis tuberosa

La esclerosis tuberosa es un raro problema genético que causa tumores benignos (no cancerosos) que crecen en el cerebro, así como en otros órganos importantes. Entre el uno y el cuatro por ciento de las personas con autismo también tiene esclerosis tuberosa.


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