lunes, 10 de agosto de 2015

Recuperando una función esencial

Rehabilitar la marcha

La marcha representa la capacidad de ser poder trasladarnos de un lado a otro, y más que eso es uno de los factores más importantes para ser independientes.

Los pacientes con trastornos de la marcha ya sea  por diferentes lesiones del sistema nervioso, caídas o lesiones musculares,  a menudo manifiestan inhabilidad de llevar el peso corporal sobre los miembros afectados, lo cual puede darse  por:

Patrones anormales de marcha.
Debilidad muscular,
En otros casos realizan inversamente carga de peso sobre un miembro para facilitar la transferencia del paso en la ambulación.
Disminución del equilibrio
Miedo a caerse

La rehabilitación de la marcha es un aspecto fundamental de la rehabilitación física, neurológica y del adulto mayor.


El objetivo es mejorar la capacidad para alcanzar una marcha independiente o poder ser asistidos por Ayudas Biomecánicas.

Actualmente existen un grupo de ayudas biomecánicas, compensatorias de sostén y de apoyo para ayudar a realizar la marcha, entre ellas como bastones, andaderas, trípodes, muletas, y cualquier otro dispositivo que disminuya la carga  de peso sobre los miembros inferiores y facilite el movimiento.

Hay un grupo importante de técnicas terapéuticas para rehabilitar la marcha que tienen las siguientes metas:

Mejorar la fuerza muscular en miembros inferiores.
Aumentar la estabilidad funcional y el equilibrio para desarrollar la marcha.
Facilitar el  aprendizaje de los patrones de movimiento normal.
Mejorar el control de la postura y el movimiento.
Lograr buen control de tronco y de desplazamiento de peso

Aspectos para la rehabilitación de la marcha

Antes del reentrenamiento de la marcha los pacientes deben mejorar el arco de movilidad articular y la fuerza muscular.

Poner especial atención en el fortalecimiento de los siguientes músculos: peroneos (superficial y profundo), tibial anterior, gastronemios, ileopsoas. Y claro no hay que olvidar a los estabilizadores dinámicos del tronco.

El entrenamiento puede iniciar en barras paralelas, en especial cuando el equilibrio del paciente es precario, progresando hasta la marcha con ayudas biomecánicas.

Algunos pacientes deben llevar un cinturón de asistencia para evitar caídas.

La reeducación del equilibrio también es parte esencial del proceso. Comienza promoviendo el equilibrio en posición de  sedente con apoyo, siga con  sin apoyo, bipedo estático, hasta llegar a bipedo dinámico.

Una vez que el paciente  camine con seguridad sobre terreno plano puede iniciarse el reentrenamiento en gradas, y terreno irregular.

Los pacientes  que utilizan ayudas biomecánicas deben aprender técnicas especiales para subir y bajar gradas así como  caminar en terreno irregular.

Al subir gradas se inicia subiendo la  extremidad no afectada y se desciende con la pierna afectada.

Es importante que se le enseñe al paciente la manera correcta de ponerse de pie si se cae, y a que aprenda como utilizar sus ayudas biomecánicas en estos casos.

Otros aspectos complementarios de la rehabilitación de la marcha enfocan el manejo del espacio donde se vaya a desenvolver el paciente. Esto implica eliminar todo tipo de obstáculos que puedan afectar la marcha del paciente e incluso provocarle un accidente (alfombras, muebles, floreros, juguetes tirados...)


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