lunes, 10 de agosto de 2015

Enfermedades Osteoarticulares

Dentro de este grupo de enfermedades, también conocidas como reumatológicas se agrupan todas las patologías que involucran el deterioro y disfunción del sistema óseo y articular del cuerpo humano con la afección de sus estructuras internas y adyacentes  como cartílago o tejidos blandos periarticulares.

Los trastornos osteoarticulares son una de las enfermedades mas frecuentes en la actualidad. Día con día se ven y llegan nuevos casos a las clínicas y hospitales principalmente en personas mayores a los 50 años de sexo femenino.

Este grupo de enfermedades tiene una creciente frecuencia de casos y se estima que para  el año 2015 será la mayor fuente de gastos en salud por encima de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Estos trastornos se caracterizan por dos síntomas típicos que son el dolor y la impotencia funcional de alguna parte del aparato locomotor, en especial, de las articulaciones.

A pesar de que este grupo de patologías no sean causas directas de muerte, es muy importante y necesario que se les de un buen espacio en las campañas de prevención y promoción de la salud, ya que son estas enfermedades las que mas acarrean disfuncionalidad en la vida del paciente.

Algunas de las enfermedades OA más comúnes

Artritis Reumatoide


Es una enfermedad sistémica del tejido conductivo. Este síndrome crónico produce una inflamación por brotes  simétrica en las articulaciones periféricas del cuerpo.
La artritis puede llevar a la destrucción de estructuras articulares y periarticulares. También se va a manifestar por un fuerte dolor y la deformación progresiva de las articulaciones afectadas.

Se presenta  principalmente en mujeres que en hombres. El curso que el síndrome lleve varía considerablemente e persona a persona, sin embargo factores como infecciones, genes o hormonas contribuyen al desarrollo de la misma.

Las articulas que más se ven afectadas son:

Muñecas
Dedos de las manos
Rodillas
Tobillo

¿Qué causa la artritis reumatoide?
Es una enfermedad autoinmune, su causa sigue siendo poco conocida.

Estos factores desencadenan procesos inmunológicos complejos que lesionan el tejido conductivo la bolsa sinovial de la articulación principalmente.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?

Al principio de la enfermedad, la persona va a sentir los siguientes síntomas de manera gradual:
Fatiga
Rigidez articular matutina
Dolor muscular
Debilidad
Tumefacción y rigidez de pequeñas articulaciones distales, como las interfalangicas (dedos).
Luego, aparece:

Dolor
Debilidad
Limitación de movimiento
Incapacidad funcional
Inflamación articular
Articulación caliente y sensible
Nódulos subcutáneos
Deformación de los dedos: “dedos en cuello de cisne ”

Complicaciones de la artritis reumatoide

Granulomas neuróticos
Nódulos reumatoides en pulmones
Vasculitis
Complicaciones oculares
Pericarditis

Tratamiento

El tratamiento oportuno es sumamente importante para impedir que la artritis termine por destruir la articulación.
La artritis reumatoide requiere un tratamiento de por vida con:

Medicamentos: Por ejemplo: Antirreumáticos (como el metrotexato), antiinflamatorios ( AINES), inhibidores de la ciclooxigenasa-2, antipalúdicos, inmunodepresores, entre otros.

Fisioterapia:

Termoterapia Conductiva sólida como arena caliente, envolturas calientes, ladrillos, hot packs, bolsas químicas: Con fin antiespasmódico y analgésico, relajante muscular y disminución de la resistencia al entrenamiento.

Termoterapia conductiva semisólida como compresas húmedas calientes, parafina, parafango. Para edemas, contracturas y rigidez.

Crioterapia: Bolsas de hielo, compresas de gel, compresas frías: Para controlar el dolor y el proceso inflamatorio.
 Fototerapia con Infrarrojos (Ir) con fin antiinflamatorio, aumentar metabolismo, antiespasmódico, aliviar dolor, relajar musculatura lisa.

Hidroterapia con lavados, abluciones o afusiones, compresas, chorros, baños de remolino para controlar dolor e inflamación, estimular sistema vascular periférico, y antiespasmódico.

Aquaerobic

Ejercicios de movilización para mantener el rango articular.


Cervicoartrosis
Degeneración articular del cuello

La cervicoartrosis es un proceso degenerativo, en el cual se produce un deterioro del cartílago de las distintas articulaciones del raquis cervical. Aunque el proceso siempre se inicia en el disco intervertebral, más adelante afecta  las articulaciones vertebrales y todos los elementos de las mismas (cápsula, ligamentos...).

Representa  una de las causas más frecuentes de cervicobraquialgias de origen radicular causado por compresión mecánica de una raíz nerviosa por una hernia discal o un osteofito (pico de loro).
El proceso artrósico es fácilmente detectable en radiografías simples, ya que en ellas se pueden observar osteofitos, pérdida de altura del disco intervertebral, pinzamientos...

¿Qué causa la cervicoartrosis?

Las causas que producen  la cervicoartrosis son las mismas que en cualquier otra articulación del cuerpo:
Predisposición genética
Historia familiar,
Envejecimiento natural de los huesos
Traumatismos cervicales como fracturas, luxaciones o esguinces cervicales
Posturas defectuosas, etc
Síntomas

Los principales síntomas de la cervicoartrosis son el dolor y la rigidez.

El dolor puede manifestarse de forma local, en cuyo caso se le llama cervicalgia. También puede irradiarse superior, dando origen a una radiculalgia por compresión mecánica de alguna de las raíces constitutivas del plexo braquial generalmente por una hernia, protrusión discal, presencia de osteofitos…

La rigidez afecta la movilidad del cuello en todas las direcciones (flexión, extensión, rotaciones e inclinación lateral), manifestándose principalmente en las primeras horas del día (rigidez matutina).

Otros síntomas asociados a  la cervicoartrosis son:

Contracturas musculares
Crujidos o chasquidos en las articulaciones del cuello
Sensación de arena en las articulaciones del cuello
Pérdida de elasticidad
Atrofia muscular, etc.

Cuando el proceso degenerativo cervical se asocia con  la afectación de las arterias vertebrales (encargadas de la irrigación cerebral), dan lugar al síndrome de insuficiencia vertebrobasilar. Dicho síndrome puede manifestarse con: mareos, cefaleas, náuseas, vómitos, ruidos en los oídos, visión borrosa...

Fisioterapia en la cervicoartrosis

La Fisioterapia es de capital importancia para aliviar, mejorar y prevenir la aparición y recaídas del proceso cervicoartrósico.

Los objetivos del tratamiento fisioterapéutico son:

Aliviar del dolor.
Corregir posturas defectuosas.
Recuperar de la movilidad y de la elasticidad de las diferentes estructuras (revertir la rigidez).
Mejorar el  sistema muscular.
En general, no es aconsejable la utilización de collarines, ya que el collarín aumenta la rigidez articular y la atrofia muscular, salvo en casos con características especiales; por tanto, la prescripción de un collarín corresponde al médico o al fisioterapeuta, pero no al propio paciente.

Para obtener sus objetivos, la Fisioterapia utiliza usa en sus tratamientos:

Aplicación de calor (microonda y onda corta), con la finalidad de relajar los diferentes tejidos.

Corrientes analgésicas (como el TENS), su utilización está encaminada fundamentalmente al alivio del dolor.

Ultrasonidos, aprovechando sus efectos térmico y mecánico sobre los diferentes tejidos implicados.

Magnetoterapia, que colabora en la mejoría de la osteoporosis, que suele asociarse al proceso artrósico.

Tracción cervical, obtiene beneficios al producir la descompresión de los discos intervertebrales y de las raíces nerviosas.

Masaje, para obtener la relajación de las contracturas musculares.

Estiramientos musculares, para recuperar la elasticidad normal de los músculos implicados.

Movilización pasiva para vencer la rigidez articular, al estirar las diferentes estructuras articulares.

Técnicas de movilización con impulso de corta amplitud y alta velocidad, para suprimir los posibles bloqueos vertebrales.

Técnicas de liberación miofascial, para normalizar las posibles restricciones fasciales.

Técnicas de reforzamiento muscular para combatir la atrofia.
Por lo general, al mejorar el estado articular y muscular, se produce, al mismo tiempo, la desaparición total o parcial de los síntomas del síndrome de insuficiencia vertebrobasilar.


Espondilosis Cervical

Es una condición degenerativa que envuelve las vértebras y los discos intervertebrales del la parte del cuello

También se le conoce como osteoartritis o artritis cervical, una condición que ocurre tanto en hombres como mujeres después de los 40 años.

Esta enfermedad se desencadena gracias a la degeneración crónica de la columna vertebral en su parte cervical, es decir de sus discos, sus vértebras y articulaciones, dando origen a espolones que son crecimientos anormales del hueso.

Estos cambios pueden ocasionar en el futuro la compresión de raíces nerviosas lo que conlleva a problemas tales como cambios en la sensibilidad, perdida de fuerza y dolor en el cuello, los brazos, la mano o los dedos.

Conforme el problema se hace más crónico, la espondilosis cervical puede llegar a afectar no solo los brazos sino también las piernas.


Las principales causas y factores de riesgo de este padecimiento son:

Lesión cervical previa.
Envejecimiento.
Artritis o osteoartritis

Síntomas
Debilidad en el brazo, la mano o los dedos. 
Dolor de cuello que irradia hacia el brazo.
Dolores de cabeza.
Disminución de la sensibilidad o sensaciones anormales (parestesias) en el hombro, brazo, mano o dedos.
Rigidez de cuello
Desequilibrio.
Mareos

Exámenes de diagnóstico

Radiografía de columna cervical
TAC
Mielografía
Electromiografía

Tratamiento

El tratamiento en este caso se enfoca hacia la reducción del dolor y la prevención de complicaciones  mayores como la lesión permanente de la columna cervical.

El tratamiento incluye:

Inmovilización de cuello
Tratamiento farmacológico con AINES o esteroides
Modificaciones en el estilo de vida
Terapia Física
  
Tratamiento con terapia física

La fisioterapia utiliza para tratar la espondilosis cervical:

Ejercicios isométricos de los músculos del cuello.
Estiramiento gentil de la musculatura de la zona.
Tracciones cervicales.
Manipulación manual del cuello.
Uso de corrientes exponenciales en caso de disminución severa de la acción del nervio.
Magnetoterapia.
TENS para aliviar.
Agentes físicos para relajar los músculos del cuello y disminuir el dolor.


Fibromialgia
Trastorno angustiante y depresivo

Es un  trastorno reumatológico de tejidos blandos, de causa aún no definida.

Esta enfermedad causa dolor en músculos, articulaciones, ligamentos y tendones.

Dicha enfermedad se ha vuelto popular en los últimos tiempos, y afecta a un 5% de la población.

Esta condición se asocia a problemas psicológicos. Ya sea por que los desequilibrios químicos que producen la fibromialgia produzcan un estado depresivo, como también porque la incapacidad que la enfermedad provoca hace que los pacientes sientan depresión, aislamiento y angustia.

Síntomas 
·         Poca tolerancia al dolor.
·         Dolor que empeora con el estrés, condiciones climáticas u otros factores externos.
·         Espasmos musculares.
·         Dolor que migra (es decir, que pasa de estar en una zona para irse a otra).
·         Agotamiento.
·         Mal dormir y sueño no reparador.
·         Dolor pélvico en algunos casos.
·         Algunas pacientes refieren mareos o problemas de equilibrio.
·         Los problemas digestivos se pueden presentarse también.
·         Puntos fibromialgicos dolorosos.
A pesar de que los síntomas son tan molestos, este padecimiento no atenta contra la vida. Es un padecimiento crónico pero no lesiona sus órganos.

Tratamiento
El que este trastorno sea crónico, no significa que no existan alternativas que usted puede realizar para aliviar los síntomas y sentirse mejor.
La ingesta de algunos medicamentos que el médico indique le ayudan a dormir mejor y a aliviar el dolor, junto con mejorar otros síntomas.
Realizar ejercicio es muy beneficioso. Se recomienda el ejercicio aeróbico de bajo impacto, uno de los mejores es el aquaerobic. También la natación, bicicleta estacionaria, o la caminata resultan de gran ayuda.
El masaje terapéutico alivia el dolor y relaja. El masaje mas recomendado para personas con fibromialgia es el masaje senergy.
Reducir el estrés lo más posible y mantener niveles de actividad similar todos los días, con el fin de que no se recargue de trabajo.
Baños calientes o la sauna resultan agradables y analgésicos, así como también eliminan el cansancio.

Hernia de Disco

La hernia de disco es una afección del disco intervertebral. Se trata de  una malformación, ruptura o desgaste del  disco amortiguador que se encuentra entre las vértebras que forman la columna vertebral y dan soporte a la espalda. 
Pero para comprender mejor de que se trata la hernia discal debemos conocer primero sobre las estructuras que se involucran en una enfermedad de este tipo.
Las vértebras están separadas por un disco o anillo cartilaginoso compuesto por el núcleo pulposo y el anillo fibroso.  La función de los discos es la de transmitir movilidad y flexibilidad a la columna y fundamentalmente la de amortiguar la transmisión de fuerzas entre las vértebras.

El núcleo pulposo: Esta situado en el centro, entre vértebra y vértebra. Tiene un alto contenido de agua, la cual se va perdiendo con el paso del tiempo afectando por lo tanto su flexibilidad y resistencia. Este núcleo pulposo es el que dará los síntomas de hernia discal cuando se desplaza de su lugar y comprime la raíz nerviosa.

El anillo fibroso: Está formado por láminas de colágeno que rodean y protegen al núcleo pulposo, le transmiten flexibilidad y movilidad.

Cuando el anillo fibroso se rompe, su contenido, es decir el núcleo pulposo, sale al exterior. Esto es una hernia de disco.

Causas de una hernia de disco

Esta discopatía se produce por una degeneración del disco intervertebral  o por un sobreesfuerzo que afectó de forma significativa a dicha estructura.

Dichas situaciones provocan que el disco se salga de su lugar. Esta salida de lugar del disco intervertebral produce la hernia discal.

Normalmente la lesión se da a nivel lumbar o cervical, pocas veces a nivel de las vértebras dorsales.


Síntomas de la hernia discal

Los síntomas de la hernia de disco serán según la ubicación de la hernia.

Si la hernia está a nivel lumbar, la persona tendrá síntomas como:

Lumbalgia que con el tiempo, o súbitamente, pueden desencadenar en dolor radicular.

Alivio del  dolor al flexionar las rodillas.

El paciente evita, hacer movimientos bruscos, pero permanecer mucho tiempo en la misma postura también le incomoda, de modo
que va cambiando de postura regularmente y se alivia cuando utiliza también las manos para apoyarse.

Aumento del dolor al toser o estornudar ya que eso aumenta la presión en la zona abdominal.

En hernias de localización baja, a partir de la S1 (la primera del sacro) por lo general, puede haber sintomas en los cuales se vean afectados los esfínteres, por falta de control de los mismos.

Parestesia (sensación de hormigueo) en muslos y piernas.

La ciática  está muy presente en los casos de hernia de disco.

Debilidad y pérdida de sensibilidad en miembros inferiores.
Si el disco herniado está a nivel cervical, se presenta:

Dolor cervical, especialmente en la parte posterior o lateral.

Dolor profundo, cerca o sobre las paletillas del lado afectado del hombro.

Dolor irradiado al hombro, parte superior del brazo, antebrazo y en ocasiones a la mano, los dedos o el tórax.

Empeoramiento del dolor al toser, hacer esfuerzos o reír.

Incremento del dolor al doblar el cuello o girar la cabeza hacia un lado.

Espasmo en los músculos cervicales.

Debilidad de los músculos del brazo.

Tratamiento

El tratamiento en primera instancia es siempre conservador.
Teniendo en cuenta lo delicado y comprometido de la zona y la cantidad de nervios que allí se encuentran se desaconseja la cirugía para tratar el problema, a no ser que la operación sea imprescindible. 

Determinar si la persona requiere de cirugía o no depende de los síntomas del paciente, el grado de dolor, si hay compromiso de la fuerza o sensibilidad de las extremidades u otras partes del cuerpo, medicación, y el grado de incapacidad del paciente a raíz de la hernia.
En la mayoría de los casos el organismo remite la afección nerviosa al reacomodar y/o reducir el tamaño del disco con el tratamiento.
El tratamiento conservador con medicación y fisioterapia consiste en:
Reposo, habitualmente entre dos días y una semana para la etapa aguda.
Analgésicos o antiinflamatorios no asteroideos (AINES).
Corticoides (esteroideos) en dolores agudos donde estén comprometidos los nervios radiculares en periodos de pocos días.
Relajante muscular en el caso de haber contracturas.
Termoterapia.
Electroterapia  con microondas o ultrasonido. Para el dolor se puede utilizar TENS.
Tracciones. Las tracciones no se deben emplear en hernias muy desaconsejada.
Collarines o fajas lumbares.
Infiltraciones.
Hidroterapia (técnica que engloba ejercicios físicos en el agua como aquaerobicos supervisados).
Cinesiterapia.
Educación sobre higiene postural.
Durante la fase aguda lo importante será tratar los síntomas dolorosos, mediante analgésicos y antiinflamatorios, cuando estos
mejoran se podrá empezar a hacer movimientos breves como caminar o practicar  bicicleta estacionaria.
En los primeros dos meses no se debe entrenar con pesas, estar mucho tiempo de pie o realizar movimientos que fuercen la espalda.
Si hay mejoría se puede empezar a hacer algún tipo de deporte evitando los  abdominales en los primeros tres meses por su aumento de presión intradiscal. Luego de tres meses sin mayores problemas, se puede realizar cualquier actividad cuidando mucho la  higiene postural.


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