Esta
lesión que cursa con sensación de “quemazón” o “punzadas” consiste en una
disfunción temporal de las estructuras nerviosas del plexo braquial tras un
traumatismo en la cabeza, el cuello o el hombro. Ocurren en diversos deportes,
como el fútbol americano, la lucha libre, el hockey
sobre
hielo, el esquí, el motocros, el fútbol, el excursionismo y los deportes
ecuestres. Probablemente son varios los mecanismos que contribuyen a las
lesiones del plexo braquial: flexión lateral “aislada” de la médula cervical,
flexión lateral asociada a rotación y extensión, depresión del hombro y
traumatismo directo en la zona cervicobra-quial.
Diagnóstico
El
deportista suele notar un intenso dolor quemante en el hombro, con parestesias
o disestesias irradiadas al brazo y la mano. También puede asociarse a déficit
sensoriales, hi-porreflexia y debilidad de los músculos deltoides, bíceps,
supraspinoso e infraspinoso.
Tratamiento
Si
los déficit neurológicos desaparecen en pocos minutos, el deportista puede
volver a jugar. En el 5 % al 10 % de los pacientes, los síntomas y signos
persisten; en tales casos hay que derivarlos a un neurólogo o a un especialista
en rehabilitación.
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