viernes, 11 de abril de 2014

La Flacidez Corporal

La flacidez es la pérdida de tono o tersura de la piel en diferentes zonas corporales.
La piel está compuesta por tres capas: epidermis, dermis e hipodermis, una de las numerosas funciones es dar elasticidad y firmeza, sus componentes principales son el colágeno, y las fibras elásticas.
Con el paso del tiempo se van perdiendo parte de estos componentes como la elastina y el colágeno y esto provoca la disminución de la firmeza y tersura, provocando la pérdida de su aspecto joven y lozano.
No hay que confundir la flacidez cutánea con la muscular por la falta de ejercicio físico. Con los años se pierde firmeza y ésta aparece en mayor o menor medida siendo uno de los signos más inestéticos del envejecimiento cutáneo.
Causas
ü  Fotoenvejecimiento. El exceso de sol aumenta la oxidación celular, perdiendo agua, colágeno y las fibras de elastina pierden su capacidad de elasticidad y recuperación.
ü  Tabaco. Empeora la microcirculación y por lo tanto acelera el proceso de envejecimiento de la piel.
ü  Predisposición genética. Hay personas que desde joven tiene una hiperlaxitud manifiesta que al llegar a edades más superiores tienen una tendencia a la flacidez más alta que el resto.
ü  Dietas pobres en proteínas. Los aminoácidos que proporcionan las proteínas son fundamentales para la evitar la excesiva laxitud de la piel.
ü  Perdidas extremas de peso.
ü  Enfermedades concretas y toma de fármacos.
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Prevención
ü  Ejercicio físico diario. Una buena tabla de ejercicios es muy útil ya que nos ayudará a mantener un tono muscular adecuado y a tener un aspecto saludable en la piel. Una opción alternativa a estas tablas es el uso de las plataformas vibratorias.
ü  Dieta proteica. Debe ser una dieta equilibrada, la ingesta de proteínas (carnes, pescados, huevos…) no debe desequilibrarse ya que los aminoácidos disminuirían dando lugar a la flacidez.
ü  Toma de antioxidantes. Existen determinados preparados con efecto antioxidante que contienen selenio, resveratrol, etc..que nos ayudará a retrasar la aparición de la flacidez y a combatirla eficazmente. Es importante en este punto que sea el médico quien recomiende el producto más útil para cada paciente.
ü  Uso de cosméticos adaptados. Estos usados de manera constante conseguirán ayudarnos a retrasar la aparición de la flacidez.
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INTRODUCCIÓN AL ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO.
El envejecimiento es un proceso fisiológico que se inicia en el momento del  nacimiento. Se presentan una serie de modificaciones, como consecuencia del paso del tiempo. Sus primeras repercusiones estéticas, empiezan a ser evidentes entre los 25-30 años y a partir de este momento evolucionan lenta pero irreversiblemente, convirtiendo a la piel en el órgano que más rápidamente delata la edad cronológica de la persona.
Histológicamente, este proceso afecta tanto a la epidermis, dermis e hipodermis, dando lugar a la aparición progresiva de una flaccidez cutánea con atrofia, alteraciones vasculares y pigmentarias, acentuación de pliegues y surcos, caída del cabello, etc.
Pero sin duda, es la aparición de flaccidez y arrugas lo que constituye el signo más importante del envejecimiento, y por tanto el que despierta mayor preocupación en el ser humano, deseoso de ofrecer una apariencia estética joven, sana y agradable ante sí mismo y ante el resto de la sociedad.
ALTERACIONES HISTIOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO.
El envejecimiento es un proceso fisiológico que afecta a todos los órganos del cuerpo humano, produciendo alteraciones histológicas características. A nivel cutáneo produce modificaciones a nivel de la epidermis, dermis e hipodermis. o
Alteraciones a nivel de la epidermis:
ü  Adelgazamiento progresivo de la epidermis.
ü  Disminución de las mitosis celulares
ü  Aumento de la descamación
ü  Aumento del espesor del estrato córneo, con mayor número de células muertas
ü  Aplanamiento de la membrana dermoepidérmica, con pérdida progresiva de las ondulaciones.
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Alteraciones a nivel de la dermis

ü  Desorientación y desorganización de las fibras de colágeno que trae como consecuencia una disminución de su poder hidratante (retención de agua).
ü  Alteración de las propiedades mecánicas de las fibras de colágeno.
ü  Disminución de su resistencia a la ruptura y disminución de su extensibilidad.
ü  Degeneración de las fibras elásticas, con disminución de la producción de elastina.
ü  Alteraciones celulares y de la sustancia fundamental. Disminuye la capacidad mitótica de los fibroblastos y el contenido de ácido hialurónico de la sustancia fundamental, con lo que disminuye su grado de hidratación y permeabilidad.
ü  Se produce una pérdida de elasticidad, asociada con los efectos de gravedad, responsable de los pliegues caídos en las mejillas, cuello, párpados…
ü  Disminución de la secreción de las glándulas sudoríparas ecrinas (falta de agua).
ü  Disminución de las glándulas sebáceas (falta de sebo)

CAUSAS QUE LO DESENCADENAN O ACELERAN
Naturalmente la edad (factor biológico) es uno de ellos, sin embargo no es el único ni el más importante, los factores ambientales como la la luz del sol, el clima, el contacto con solventes y detergentes, el aire seco de los sistemas de calefacción, por mencionar algunos, son los que se encargan de determinar los defectos en la firmeza, elasticidad y capacidad de regeneración epidérmica. En las zonas de piel que no están expuestas a la luz este daño se refleja una vez que la persona ha llegado a una edad madura, sin embargo, en las zonas de la piel que si están expuestas a la luz solar, el daño se nota a edades muy tempranas. Las zonas del cuerpo que generalmente están más expuestas al sol son la cara, las manos, el cuello y el área del escote, es en éstas en que el envejecimiento cutáneo es más evidente.

En la dermis y en la hipodermis es en la zona en que se producen las afecciones estructurales que definen el proceso biológico del deterioro en la piel, tales como la falta de firmeza, descolgamiento, palidez, etcétera. Al paso de los años, el metabolismo de las células dérmicas disminuye su ritmo; esto resulta en que la velocidad para sintetizar el colágeno se vea mermada afectando directamente en la firmeza y elasticidad de la piel.
Las medidas dermocosméticas destinadas a cuidad este tipo de piel están encaminadas, principalemente, a cubrir las necesidades de las tres capas cutáneas: epidermis, dermis, hipodermis.
• Evitan la sequedad de la piel y estimulan el proceso de renovación celular mediante el aumento de la función barrera.
• Consolidan las funciones estructurales y nutritivas de la dermis.
FACTORES ENDÓGENOS
Son factores endógenos de envejecimiento aquellos que no están dirigidos desde el exterior, como el proceso involutivo biológico general. Estos factores son el debilitamiento de la capa de regeneración celular, decremento en la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas, reducción de la producción de estrógenos.
Este tipo de envejecimiento está determinado genéticamente, da lugar a cambios en la estructura y aspecto de la piel que provocan el transtorno de sus funciones. Entre estos podemos enumerar:
- Nutrición y hábitos alimenticios desequilibrados.
- Ciertas enfermedades como la diabetes y transtornos cardiovasculares como principales agravantes del proceso de envejecimiento.
FACTORES EXÓGENOS.
Son los factores exógenos los responsables de envejecer la piel prematuramente; el envejecimiento exógeno está dirigido desde el exterior y puede ser minimizado con los cuidados permanentes. Entre estos podemos enumerar:
- La radiación Ultravioleta (UV) y los radicales libres.
- El tabaco y el alcohol
- Las influencias ambientales y climáticas
Las señales del envejecimiento cutáneo se comienzan a manifestar a partir de los 40 años de edad; éstas no están necesariamente relacionadas con el proceso general de envejecimiento, pues dependen, en gran medidad, de los factores externos que han actuado de forma constante en la piel.
Cuando la piel se expone de manera intensa y permanente a la luz del sol, tiende a envejecer prematuramente. Estos efectos está acentuados en personas con piel clara, zonas descubiertas de la piel (cara, nuca, manos y antebrazos), personas expuestas a constantemente a una acción más intensa de la luz solar.
La radiación UV que actúa por periodos prolongados sobre la piel provoca alteraciones degenerativas crónicas. Los signos de envejecimiento se desarrollan prematuramente y su magnitud está relacionada directamente a la intensidad y duración de la exposición a la luz y el grado de sensibilidad de la piel.
Cuando la piel está cubierta, puede regenerar por si misma el estrato epidérmico basal con células nuevas, a diferencia de la piel que está constantemente expuesta a la luz del sol, pues en este caso, la radiación es tan intensa que la piel no alcanza a reparar todos los transtornos que los rayos UV le ocasionan. Esto, a su vez, hace que la epidermis se adelgace.
FISIOLOGÍA DE LA PIEL MADURA
En el campo fisiológico, la diferencia entre el envejecimiento endógeno y el envejecimiento prematuro generado por los factores externos antes mencionados es casi inexistente.
- Pérdida de Elasticidad y Turgencia
Se forman más fibras de tejido conectivo en el corión, sin embargo se trata de una acumulación de fibras patológicas en la dermis; al no tener estas fibras capacidad funcional, el corion pierde su arquitectura fibrilar normal, resultando en la pérdida de elasticidad de la piel, arugas y flacidez.
- Reducción de las Glándulas Sebáceas y Sudoríparas
Al decrecer la secreción de dichas glándulas con la edad, hay una carencia de sustancias necesarias para la formación de la película hidrolipídica y el mantoácido protector, lo que resulta en una piel quebrada y pobre en grasas. Por lo tanto reacciona con mayor sensibilidad a los jabones y soluciones alcalinas. Esto es, a su vez, eliminan más lípidos de la piel, lo que genera una mayor sequedad en la piel debido al aumento de la pérdida transepidérmica de agua.

Se forma una superficie cutánea áspera, con pequeñas fisuras en la capa córnea; la piel se vuelve tirante y pica. Se forma lo que se denomina seboestasis senil.
Disminución de la Tasa de Multiplicación Celular en la Epidermis
Al alcanzar la edad madura, la piel pierde la capacidad de reparar todos los daños en el ADN que le generó la exposición a la luz solar. La tasa de multiplicación celular en la capa basal de la epidermis disminuye, por lo que cada vez se forman menos células nuevas.
- Susceptibilidad aumentada frente a los álcalis
La piel, al perder su capacidad para neutralizar las soluciones alcalinas, se torna vulnerable frente a la acción de los compuestos de higiene. Esta alcalinización produce efecto de picazón. El lavado frecuente con jabón, empeora la situación de la piel, pues al desgrasarla, se alcaliniza más, además de arrastrar las sustancias humectantes naturales desde el estrato córneo. Estas sustancias, junto a la película hidrolipídica, son las responsables de mantener el agua en la epidermis.


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