viernes, 11 de abril de 2014

CELULITIS

Celulitis (etimológicamente: ‘inflamación de las células’) es una inflamación de los tejidos conectivos celulares subcutáneos (bajo la piel). Un tipo de tejido, conjuntivo, areolar, densamente poblado por células (en especial adipocitos) (células del tejido grasoso)
También se conoce como el acúmulo de tejido adiposo en determinadas zonas del cuerpo, formando nódulos adiposos de grasa.
Otros nombres para esta entidad son: Lipodistrofia ginecoide, Síndrome de Piel de Naranja. La celulitis, en este sentido, no es una enfermedad.
Para explicarlo sencillamente, celulitis es la “gordura” que no se puede perder. Mientras la gordura normal se puede perder con un régimen común de dieta y ejercicios, la celulitis no, porque no es sólo grasa. Es un tejido con una consistencia similar a la gelatina que está formado por agua, grasa y residuos, atrapados en compartimientos inamovibles debajo de la piel. Estos compartimientos actúan como esponjas que absorben gran cantidad de agua, se hinchan y sobresalen, formando esos bultos tan característicos.

¿Es hereditaria?

Si, lo es. Lo corroboramos diariamente en el consultorio con sólo observar las deformaciones de la silueta de la madre que acompaña a su hija adolescente con los primeros síntomas de la enfermedad.

Pero no hay necesidad de aceptar esos muslos o rodillas porque su madre los tiene, se pueden hacer muchas cosas para evitarlo 
¿Por qué los hombres no tienen celulitis?

La razón es que esta enfermedad es hormono-dependiente. Significa que tiene estrecha relación con las hormonas femeninas. Por esta razón comienza su insidioso devenir con la pubertad agravándose cada vez que aumenta en la mujer el tenor de estrógenos-progesterona como sucede por ejemplo durante los embarazos.

¿Cuándo comienza a instalarse?

Los primeros síntomas aparecen siempre en la pubertad. El descuido por la falta de atención ante la creciente deformación de los miembros inferiores en esta época decisiva de la vida, marca para siempre a las jovencitas. Cada embarazo produce una agravación de la celulitis, lo que provoca en la mujer, joven aún, depresiones y frustraciones que inciden psicológicamente sobre todo el grupo familiar.

A medida que pasa el tiempo, se acrecienta el hábito del sedentarismo, disminuyendo los requerimientos calóricos, lo que trae aparejado un paulatino aumento de peso. Si a esto le agregamos una mayor ingesta alimentaria, tenemos el cuadro típico de la obesidad, que a su vez actúa negativamente sobre el proceso. Más tarde sobreviene la menopausia marcando el último eslabón de este devenir fenoménico.

Actualmente se admite que las perturbaciones iniciales se originan en las delicadas estructuras nerviosas del cerebro a raíz de agresiones externas como choques psíquicos, stress repetido, frustraciones etc.
En resumen, podemos afirmar que toda mujer, no importa su edad, debe estar atenta a la celulitis. A los 30 años, pocas mujeres están libres de ella.

¿Cómo se forma la celulitis?

El cuerpo humano es una de las máquinas más hermosas y funcionales que se hayan jamás diseñado.

 Es piel y huesos, nervios y músculos, sangre y órganos, todas trabajando simultáneamente bajo la dirección de ese brillante, misterioso e inigualable computador que es el cerebro.

Cada una de sus partes tiene una función definida en el esquema total de la vida. Nosotros nos vamos a abocar a sólo uno de los aspectos de ese esquema: el tejido conjuntivo.

Todos los músculos del cuerpo se hallan cubiertos por un acolchado formado por tejido conjuntivo y grasa. Este acolchado, que varía en su espesor, es el encargado de darle la suavidad característica a las líneas femeninas. El tejido

conjuntivo está integrado fundamentalmente por una especie de red de sostén en la que se ubican las células adiposas. Circulan constantemente entre ellas los líquidos nutritivos: agua, sangre y linfa. Estos líquidos contienen el oxígeno y las sustancias nutritivas indispensables para la piel y también limpian a los tejidos de toxinas. La libre afluencia de los líquidos asegura el mecanismo de intercambio entre las células y el medio que las rodea. Cuando el proceso de eliminación de toxinas se hace más lento, algo cambia en las zonas propensas a la celulitis. El tejido conjuntivo, saturado de agua y toxinas, se espesa, endurece, y se forman los típicos posos y grumos, recordando a la superficie de una gruesa cascara de naranja, esa textura tan característica de la celulitis.

¿Qué causas la desencadenan?

Las causas que desencadenan y contribuyen a la formación de la celulitis son:
1. Estrés
2. Fatiga
3. Tensión nerviosa
4. Malos hábitos alimentarios. Constipación
5. Consumo de poca cantidad de agua
6. Respiración deficiente
7. Vida sedentaria
8. Permanencia en ambientes con aire viciado
9. Alteraciones en circulación (várices)
10. Hábito de fumar

Todos estos factores alteran de alguna manera el proceso de eliminación de sustancias tóxicas de los tejidos. Y por ese motivo contribuyen a la instalación de los trastornos circulatorios desencadenados por las hormonas femeninas.
La celulitis puede considerarse como una forma de envenenamiento del tejido conjuntivo.

Nuestro cuerpo tiene un maravilloso sistema para eliminar toxinas a través de pulmones, hígado, riñones, intestinos y piel. Pero cuando se cometen abusos, no es posible completar el proceso normal de eliminación. Esta eliminación puede producirse eficazmente para un consumo diario normal, pero no si éste es excesivo: alcohol, café, té, especias, chocolate, crema, manteca, grasa animal, fritos.

Debe evitarse o restringirse al mínimo (y nunca hacerlo sin prescripción médica) la ingestión de medicamentos.

El hábito de fumar produce en el organismo alteraciones de las paredes arteriales que llevará a su endurecimiento, proceso que se conoce como arteritis obliterante. El tejido celulítico, cuya circulación ya está comprometida por el proceso en sí, vería aún más afectada su oxigenación.


¿Dónde se localiza?

La celulitis puede ser generalizada o bien localizarse en zonas especificas, lo que es mucho más frecuente

Celulitis generalizada

Aparece casi exclusivamente en mujeres obesas, con hábitos alimentarios desequilibrados.

Comienza en la pubertad, acompañada de obesidad acentuada en ambos miembros inferiores que muestran así tempranamente trastornos circulatorios. Durante la segunda década de su vida se producen bruscos aumentos de peso desencadenados por las alteraciones propias de los embarazos, abortos y partos.

En la cuarta década se hace progresiva la obesidad. Aparecen los primeros síntomas de artrosis agravados en los miembros inferiores por el excesivo peso que están obligados a soportar. Esto ocasiona importantes trastornos estéticos.

La menopausia marca un recrudecimiento del proceso y la paciente muy obesa, muestra la deformación fibrogeloide de su tejido conjuntivo en todo su cuerpo, desde la nuca hasta los tobillos.

Este tipo de celulitis es la más complicada desde el punto de vista terapéutico, la que causa mayor defecto estético y la más rebelde al tratamiento si éste no se realiza en forma correcta.

Celulitis localizada

Las celulitis localizadas originan fenómenos dolorosos, cuya intensidad no siempre está relacionada con las dimensiones del infiltrado.

 Las zonas donde la celulitis muestra preferencia son: la parte superior interna y posterior de los muslos; la parte interna de las rodillas; el abdomen; las nalgas; los tobillos; la parte inferior de la espalda; la parte superior de los brazos; la parte superior de la espalda, justo debajo de los hombros.

Todavía está en discusión porque la celulitis se ubica con preferencia en estas áreas.
Aunque la celulitis puede ser particular por las zonas que ataca, no lo es en cuanto a quién ataca. Mujeres de todos los tamaños y talles, de cualquier peso y edad son todas vulnerables.

Como vemos la celulitis no tuene prejuicios.


¿Hay distintos tipos de celulitis?

Si, ya que la celulitis presenta aspectos diferentes según las características del tejido afectado,por lo que podemos clasificarlas en:
1. Celulitis dura
2. Celulitis fláccida
3. Celulitis edematosa
4. Celulitis mixta

Celulitis dura

Se encuentra en mujeres jóvenes de buen físico y generalmente deportistas o bailarinas, cuyos tejidos son firmes y bien tonificados y sin edema, lo que dificulta su reconocimiento.

La patología, sin embargo, se hace evidente por medio de la prueba de pellizcamiento y aparición de la “piel de naranja”.

La zona afectada se presenta rígida, con aspecto de masa compacta. La piel que la recubre está aumentada de espesor en forma regular y uniforme.
La gran distensión ocasionada por la enfermedad produce la ruptura de las fibras elásticas de la piel y la aparición de grietas de color rojizo o blanco. Estas aparecen solamente en celulitis dura y están más relacionadas con el tipo de piel que con el proceso mismo.

Encontramos esta variedad de la enfermedad en:

1. Personas obesas que todavía no han sido sometidas a tratamiento de adelgazamiento.

2. Pacientes de peso medio o ligeramente superior a lo normal (son los más frecuentes)

3. Pacientes de peso normal o ligeramente inferior que tienen el proceso muy localizado, aislado y bien determinado

Celulitis fláccida

Es típica de las personas sedentarias o de aquellas que alguna vez fueron activas y ya no lo son.

Algunas nacen con predisposición a padecerla, apareciendo en estos casos en forma temprana, en la pubertad y aún en la niñez.

También son proclives a ella aquellas pacientes que se sometieron a reiterados y severos tratamientos dietéticos y que, habiendo bajado bruscamente de peso, lo recuperaron de igual manera apenas suspendido el régimen.

Los tejidos blandos, sin consistencia debido al poco tono muscular que tienen, producen deformaciones que se hunden y aplastan a la menor presión tomando distintos aspectos de acuerdo al estado posicional del paciente. Al deambular se aprecia el balanceo característico de la masa celulítica que tiende a ocupar grandes zonas, flotando entre la piel y los músculos en forma de pliegues y bultos fláccidos. Esto hace que sea una afección muy evidente y muy poco atractiva.

El signo de la “piel de naranja” está presente en todo su esplendor, a veces sin necesidad de pellizcamiento a simple vista.

Son frecuentes las várices y varicosidades, así como también los edemas blandos o hinchazones con mucha retención de líquidos. Los miembros duros y torpes dificultan la deambulación que es lenta e insegura.

El estado general de la paciente se encuentra afectado y los síntomas que aparecen son:

1. Fatiga permanente

2. Debilidad general

3. Mareos

4. Tendencia a la hipotensión

5. Nerviosismo e insomnio

Tanto los mareos como la hipotensión se producen durante breves instantes, al cambiar bruscamente de posición y se explica por la afluencia de gran cantidad de sangre a estas regiones en detrimento de la circulación cerebral. El equilibrio se restablece rápidamente volviendo la presión sanguínea a sus valores normales.

Celulitis edematosa

Se encuentra en pacientes de toda edad, pero es más frecuente entre jóvenes y adolescentes.

Es la forma de la celulitis de la pubertad y, cuando aparece en mujeres adultas, éstas refieren haber padecido siempre de “piernas gruesas”. Esta forma clínica por su aparición precoz, presenta graves consecuencias, tanto psicológicas como físicas.

Se localiza principalmente en los miembros inferiores a los que invade en su totalidad y hace que se presenten a la inspección con un aumento uniforme de tamaño, sin aparente deformación.

El “signo de piel de naranja” aparece desde sus inicios, facilitando de este modo el diagnostico precoz.

Debemos considerar esta variedad clínica como una enfermedad seria, ya que por la precocidad de aparición como por las graves consecuencias que ocasiona y que son la dificultad de movilización, acompañada de dolor de los miembros inferiores, que hace cada vez más limitada la de ambulación. Esto puede comprobarse en el caso de aquellas mujeres menopáusicas con enormes piernas, prácticamente incapacitadas de caminar.

No debemos descuidar las graves consecuencias psicológicas que se producen en las jovencitas que presentan piernas gruesas, desproporcionadas a su físico, de andar torpe, sin gracia y a las que nadie considera necesario someter al tratamiento.

No debe sorprendernos encontrar en ellas trastornos emocionales, complejos, inhibiciones, pérdida de entusiasmo debido al ridículo aspecto de sus piernas incapaces de provocar la admiración de los hombres.



Celulitis mixta

En general las formas de celulitis dura, fláccida y edematosa no se encuentran en forma pura, sino que pueden aparecer en forma mixta.

Por ejemplo, hay pacientes que presentan la variedad dura en la parte externa del muslo, y acompañada de celulitis fláccida en la parte interna.

Otra sería una celulitis dura en las piernas asociada a fláccida en el abdomen

¿Cómo se reconoce la celulitis?

Sabemos que la celulitis es diferente de la gordura, aunque en ocasiones ambas coexisten haciendo más complicado el proceso.

La gordura al comprimirla tiene una textura suave, no presentando ni bultos ni protuberancias.

En cambio, la celulitis en casos avanzados presenta, ya a simple vista, un aspecto irregular con bultos y depresiones característicos.

Cuando el proceso se acaba de iniciar podemos ponerlo en evidencia mediante un sencillo procedimiento que se realiza de la siguiente manera:

Se presionan los tejidos entre el dedo índice y pulgar o entre las palmas de las manos. Si hay celulitis, la piel se pocea y toma el aspecto de “piel de naranja”.

También se observa una sensibilidad característica que no se presenta al comprimir una zona libre de celulitis y que es índice de la compresión que el tejido celulítico realiza sobre las delicadas terminaciones nerviosas. En un estado más avanzado, los tejidos afectados se vuelven fláccidos y muy sensibles.


¿Cuál es el esquema terapéutico?

La lucha contra la celulitis será exitosa si la realizamos con todo el arsenal terapéutico con que se cuenta actualmente y formando un frente común médico – esteticista – paciente.

En médico diagnosticando y aconsejando el tratamiento a seguir, las manos de la esteticista modelando el cuerpo y la paciente siguiendo fielmente las indicaciones prescriptas.

Medidas de orden general:

1. Dietas anticelulíticas,

2. Depuraciones pulmonar, renal, intestinal y por piel,

3. Ejercicios anticelulíticos,

4. Eliminación de tóxicos (alcohol y tabaco),

5. Evitar el estrés.

Médicas de orden específicos:

1. Tratamiento médico

2. Fisiatría

¿En qué consiste una dieta anticelulítica?

Adquirir el hábito de una buena dieta anticelulítica, además de contribuir a evitar el exceso de peso, incrementa la eliminación de los desechos tóxicos; es decir, ayuda a la purificación del organismo.

 No se trata solamente de un menor consumo de calorías sino de la ingestión de alimentos preparados en forma natural, fáciles de digerir, que ayudan al organismo a quemar los desechos.

Por eso están prohibidas las comidas que tienden a sobrecargar el hígado y dificultar la digestión.

La dieta anticelulítica es placentera y fácil de seguir porque su preparación es muy simple. La siguiente es una lista de los alimentos que básicamente la integran:


1. Vegetales: en lo posible crudos.

2. Frutas: también crudas.

3. Ensaladas: aderezadas con aceites vegetales puros de buena calidad.

4. Jugos de frutas.

5. Huevos: preparados sin mantecas ni grasas.

6. Quesos: poco grasosos.

7. Yogur: con o sin frutas.

8. Leche: descremada.

9. Carne, aves, pescados: magros al horno o a la parrilla.

A esto hay que agregarle un consumo diario de ocho vasos de agua como mínimo.

La sal es usada en demasía por mucha gente y es uno de los factores que intervienen en el proceso celulítico.

No olvidemos que éste es causado en parte por el agua atrapada en los tejidos. Y justamente es la sal la sustancia que retiene esa agua. Es, pues, importante disminuirla todo lo posible para prevenir esa retención y, además, facilitar la salida del líquido ya retenido. Por la misma razón debe evitarse el consumo de alimentos enlatados, ya que para su conservación se usa la sal.

Las comidas pueden realzarse perfectamente utilizando especias y hierbas como aderezo.

Cualquiera de las siguientes especias pueden reemplazar maravillosamente a la sal:

Albahaca, tomillo, estragón, azafrán, romero, páprika, perejil fresco o seco, ajo, cebolla, jugo de limón, menta, clavo de olor.

Algunos consejos que ayudarán a eliminar y prevenir la celulitis son:
1. Nunca coma rápido. Tómese su tiempo y mastique bien la comida

2. Evite irritarse durante las comidas con discusiones, problemas o viendo televisión.

3. Las funciones del aparato digestivo se cumplen mejor si respetamos los horarios.

4. Disfrute de sus comidas. Aunque su dieta le imponga restricciones, utilice la imaginación para crear menúes ricos e interesantes.

5. Si la invitan a salir disfrute su salida. Si la invitan a un trago acepte sólo uno, preferentemente simple (Whisky, con hielo o agua) y bébalo muy despaciosamente. Pero recuerde que esto es válido sólo para ocasiones especiales en que se encuentra en compañía.

¿Qué es la depuración?

El cuerpo de toda mujer es agredido permanentemente durante el transcurso de su vida con todo tipo de tóxicos, como alcohol, tabaco, sustancias químicas agregadas a los alimentos elaborados, los más variados cosméticos y tinturas, las descargas hormonales propias del ciclo menstrual, embarazos, estrés, etc.

Todos estos productos ingresan por la vía cutánea, digestiva y pulmonar al torrente circulatorio que los llevan al hígado donde son transformados para luego ser eliminados por riñón e intestino.

Así, como es costumbre limpiar y ordenar las habitaciones de nuestro hogar, debe ser obligación la limpieza periódica del organismo a fin de facilitarle la eliminación de las toxinas, evitando su acumulación que tanto daño produce a las delicadas estructuras celulares de los tejidos.

Ésta consiste en mantener adecuadamente, mediante distintos procedimientos, las funciones de los cuatro órganos depurativos que son piel, pulmones, riñones e intestinos

¿Cómo se realiza la depuración de los pulmones?

Es necesario aprender a respirar profundamente y a practicar sencillos ejercicios respiratorios varias veces al día.

Estos consisten en inspirar lenta y profundamente por la nariz hasta que se expandan bien los pulmones, manteniendo el aire por espacio de cinco segundos, luego se exhalará lentamente por la nariz hasta vaciar lentamente los pulmones.

Logramos así aumentar la capacidad pulmonar y lo que es más importante, lograr la renovación del aire residual que con el ritmo respiratorio normal no se efectúa correctamente.

Otra forma de mejorar el aporte de oxígeno es efectuando caminatas diarias acompañadas de ejercicios respiratorios al aire libre, en parques rodeados de árboles, lo que ayuda a liberar tensiones y calmar los nervios.



La gimnasia y el deporte son indispensables porque tienen, además de su acción como estimulante respiratorio, otras funciones específicas en el tratamiento.

Estas estriban en que el tejido celulítico se encuentra topográficamente sobre la masa muscular, de modo que, si fortalecemos esta última, lograremos debilitar el plano de sustentación de la celulitis desde tres puntos de vista:

Los músculos entrenados tienen mayor aporte sanguíneo

La circulación linfática se realiza en forma más rápida y completa.

El tercer principio se basa en que donde hay un músculo no puede haber celulitis, debido a que la falta de espacio entre el músculo y la piel (que también tiene fibra muscular) produce la compresión de las células adiposas gigantes y su destrucción.

¿De qué manera se logra la depuración del riñón?

Se agregará a la restricción de sal la obligación de consumir más de un litro de agua diaria.

Debe beberse en pequeñas cantidades a lo largo del día, a fin de que el líquido cumpla correctamente su función desintoxicante.

Durante las comidas hay que ingerir pequeños sorbos de agua junto con los alimentos, facilitando así su absorción, digestión y evacuación.

Los diuréticos medicinales se usarán exclusivamente por indicación médica ya que tienen efectos colaterales importantes.

En su lugar se consumirán productos naturales con propiedades diuréticas.

Hay alimentos (espárrago, calabaza, berro, repollo colorado y verde, cebolla, puerro, hinojo, rabanito, uva, ananá y manzana) que tienen propiedades diuréticas, pudiendo utilizarse eficazmente en el tratamiento de la celulitis.

Es indispensable adquirir el hábito de ingerir infusiones que contengan sustancias diuréticas naturales que, por carecer de toxicidad, pueden ser administradas en cantidad sin riesgo alguno.

Hay una gran variedad de tisanas diuréticas. Entre las más conocidas figuran:





1. Té de barba de choclo: se prepara hirviendo durante algunos minutos 45g de barba de choclo en medio litro de agua.

2. Té de cola de caballo: se prepara colocando 30g de la hierba en medio litro de agua que se deja a fuego lento durante 25 minutos.

3. Té de pepitas de cerezas: hirviendo durante algunos minutos 25g en medio litro de agua.

4. Té de Ulmaria: se colocan 60g en medio litro de agua bien caliente, se deja algunos minutos y se cuela.

5. Agua de limón: se prepara cortando en rodajas un limón con cáscara en un litro de agua. Se hierve, se enfría y se toma como refresco durante el día.

¿Cuál es la forma correcta de realizar la depuración intestinal?

La constipación es uno de los mayores problemas relacionados con la celulitis, ya que dificulta la evacuación adecuada de desechos tóxicos.

Las causas que la producen son la vida sedentaria, la falta de ejercicios, la tensión nerviosa, el uso habitual de laxantes, etc.

Una dieta equilibrada, un consumo importante de agua y un programa de ejercicios pueden prevenir irregularidades y combatir naturalmente la constipación.

Hay artificios que ayudan a la evacuación, como beber un vaso de agua fresca en ayunas en la mañana, con o sin agregado de limón, comer ciruelas secas remojadas en agua durante la noche anterior, etc.

Los alimentos que favorecen la eliminación son los vegetales, frutas frescas, las ensaladas verdes condimentadas con aceite puro vegetal, levadura (puede consumirse con jugo de fruta o vegetales), yogur, germen de trigo (que puede espolvorearse sobre cereales, frutas, sopas, ensaladas, etc.), pan o galletas de salvado.

¿En que consiste la depuración a través de la piel?

La piel, el órgano más grande y largo desempeña un conjunto de funciones transcendentales, por si misma y por la extensión que ocupa, una de ellas es la secreción sudoral que en condiciones normales alcanza el litro diario y está compuesta de un 93% de agua – que sirve de vehículo a las sales minerales – y algunas sustancias orgánicas.

Se cumple así una importante función de desintoxicación que se puede incrementar aumentando la cantidad de secreción sudoral mediante el baño sauna y turco, previa ingesta de más de un litro de agua mineral (por el aporte de electrolitos y sales) a fin de lograr el máximo rendimiento terapéutico.

Baño Sauna
El sauna finlandés y su hermana la banja son el baño ancestral de los países del noroeste europeo.

Son la base de su cultura popular y de su cuidado corporal, tanto en los pequeños pueblos como en las grandes ciudades.

Las primeras noticias de la  banja datan de un milenio atrás. Pero su origen es prehistórico. El sauna – de los finlandeses y los estonianos – y la banja – del ruso – han sido decisivos en la colonización nórdica de Europa y Asia.

El principio base del sauna y de la banja es igual en todos los pueblos.

 Es un baño de aire caliente con emanaciones de vapor, alternando con agua fría (en invierno con nieve). Sólo hay diferencias en la intensidad del calor, en lo que se ponen de manifiesto las características de cada pueblo.

 El finlandés bate el record en soportar estímulos fuertes. El clima duro, la fuerte lucha por el pan cotidiano, le han hecho fuerte, tenaz y resistente; necesita contrastes y los tolera bien. Así, aumentando extremadamente la temperatura del sauna, se procuran fuertes estímulos para el cuerpo. Las altas temperaturas se soportan bien ya que se trata de calor seco.

A pesar de las emanaciones de vapor, las vigas de madera y los bancos y paredes – también de madera- absorben y consumen la humedad inmediatamente

El ruso es más suave de carácter y no ama tan fuertes estímulos.

Así es que prefiere menos calor. Sus temperaturas fluctúan entre los 60° - 70°C, mientras que las del finlandés sobrepasan los 80°C. La alta temperatura de 80°C da un aire seco, incluso con golpes fuertes de vapor.

La banja rusa, menos caliente, es más húmeda, más amortiguada. Así podemos definir al sauna finlandés como baño de aire seco con emanaciones de vapor y la banja rusa como baño de vapor.

La diferencia consiste en las distintas temperaturas y el consiguiente grado de humedad motivado por ellas, pero la esencia del sauna y de la banja no se modifica por esta diferencia de pocos grados.

El baño sauna debe realizarse, para que su efecto sea benéfico, según un programa establecido.
Una vez desvestido hay que entrar al sauna acomodándose en los bancos superiores en donde la temperatura es mayor. Al principio, apenas se puede resistir el calor infernal, pero si uno permanece tranquilo y evita el más leve movimiento, lo logrará soportar.

Cuando se ha llegado al límite de resistencia al calor, uno debe proceder como lo hacen los finlandeses, golpeándose el cuerpo con las ramas de abedul, lo que provoca que la sangre acuda a la piel y acelere la desintoxicación.

Después de unos 20 minutos y tras una rápida ducha caliente, una asistente realiza masajes en todo el cuerpo. Luego el saunista se dirige a la pileta para refrescarse.

Los finlandeses optan por tirarse a los lagos helados, a través de un agujero realizado en el suelo, o bien revolcarse en la nieve. Un descanso reparador de una o dos horas bastan para sentirse en un estado de total felicidad, además de haber perdido cerca de 1000g de toxinas.

El baño sauna provoca un fuerte estimulo del metabolismo y por ello una eliminación de toxinas del cuerpo, a la vez que la transpiración, tan importante como depuradora, se estimula y se mejora.

Baño turco
Es un sistema antiguo de baño caliente por vapor de agua que se toma en construcciones destinadas a ese fin.

El vapor de agua caliente es producido por una caldera y circula por tubos tendidos bajo el piso o encerrados en las paredes. Esta misma caldera provee el agua a todas las dependencias del baño.

La sesión comienza cuando el bañista entra a la primera sala, que en algunos institutos está reemplazada por casillas individuales.

Allí se desnuda y ciñe su cuerpo con una toalla. Para evitar que las altas temperaturas dañen su cabello es conveniente que envuelva su cabeza con una toalla.

Así, vestido y calzando suecos de madera pasa a la segunda sala donde es habitual reposar 15 minutos en un diván, a fin de que el cuerpo se acostumbre lentamente al aumento de temperatura.

A continuación entra sucesivamente a las salas restantes, en cada una de las cuales transpira recostado en una tarima. Todo el proceso dura aproximadamente una hora y en algunos institutos se puede optar por una sesión de masajes corporales durante varios minutos tras los cuales se refresca en una ducha o piscina.

El paso siguiente es tenderse sobre una camilla donde un masajista frota todo su cuerpo con un guante de crin. Con este procedimiento se logra el desprendimiento de verdaderas capas de escamas epidérmicas. Luego el individuo regresa a la sala de calor donde se enjabona y enjuaga abundantemente todo el cuerpo.

Por último, en un cómodo diván realiza una reconfortante etapa de reposo. Para  compensar la deshidratación debe beberse únicamente agua mineral.

El baño turco se utiliza especialmente en el tratamiento de la celulitis, aprovechando la dilatación de los vasos sanguíneos que se produce por la acción del calor.

El baño turco actúa también como sedante nervioso y es eficaz para contribuir a despejar las vías respiratorias.

De todos modos, como el calor excesivo acelera las funciones del corazón, no es recomendable para las personas que padecen cardiopatías, las que sufren debilitamiento por  enfermedades crónicas o los hipertensos

Ducha escocesa
La ducha escocesa alterna agua fría y caliente, estimulando la circulación, movilizando los depósitos grasos y mejorando el tono muscular al brindar un enérgico masaje a las piernas, la espalda y el abdomen.

Hidroterapia ozónica
El ozono añadido al agua del baño actúa sobre la paciente con celulitis de la siguiente manera:

1. Por las burbujas formadas se produce un masaje superficial que induce a un mejoramiento de la circulación en ese nivel.

2. La inhalación a través de las vías respiratorias actúa favoreciendo una mayor oxigenación sanguínea que implica un mayor aporte a los tejidos, mejorando así el estado nutricio celular e induciendo a un mayor intercambio hidrosalino.

3. La absorción a través de los poros de la piel, más permeable a causa del agua templada del baño, implica una real acción bactericida por oxidación con ozono.

4. Actúa favorablemente sobre el tejido así como sobre los órganos en general.

5. El ozono en el agua nunca llega a ser tóxico y por lo tanto no presenta ninguna contraindicación.

¿Por qué es importante realizar ejercicios anticelulíticos?

El ejercicio favorece también la circulación, aumenta la eliminación de sustancias tóxicas, mejora el funcionamiento de los órganos en general y reduce la tensión nerviosa. Todas estas condiciones son necesarias para luchar contra la celulitis.

Los ejercicios cumplen varias funciones: algunos ayudarán a disipar la celulitis por su acción de masaje, otros aumentarán la circulación asegurando un mejor drenaje y eliminación de los desechos celulíticos.

No se esfuerce ni se extenúe al hacer los ejercicios, ya que de ese modo aumentan las sustancias tóxicas tisulares.

Si no ha hecho gimnasia por mucho tiempo, comience en forma gradual para evitar dolores musculares y la pérdida de entusiasmo.

Aún cuando su cuerpo haya tomado forma nuevamente y no tenga celulitis, continúe con la gimnasia. El ejercicio debe ser parte de su rutina diaria ayudándola a mantenerse grácil y ágil toda la vida.


¿Cuál es el inconveniente de consumir bebidas alcohólicas?

No nos referimos al alcoholismo sino al consumo habitual y mesurado de bebidas alcohólicas y sus consecuencias sobre la celulitis.

Lo más importante es el alto consumo de calorías vacías, o sea sin su valor nutritivo, que se ingiere. Por ejemplo una medida de whisky aporta la misma calorías que tres huevos enteros (280 calorías).


¿Por qué hay que dejar de fumar?

La nicotina altera la pared de los vasos sanguíneos, agravando notablemente la deficiente circulación provocada por al celulitis. Además, no hay que menospreciar el daño que esta adicción provoca en la piel que se apergamina y arruga prematuramente.

¿Es malo el café para la celulitis?

La cafeína es un alcaloide presente en el café, pero también en menor proporción en el té, cacao (chocolates) y bebidas cola.

Es un estimulante del sistema nervioso que interfiere en el sueño y sólo es dañino si se lo consume en grandes cantidades en conducta adictivas.
No ingerir más de 3 tazas de café no muy cargado, es lo recomendable. Cuando la ingesta sobrepasa las 5 tazas aparecen síntomas de ansiedad, trastornos del sueño, irritabilidad, taquicardia y úlceras gástricas.

Si padece de esta adicción puede liberarse de ella reemplazando de a poco el café por malta; al principio mezclando café y malta por mitades iguales; ésta medida es muy efectiva.

¿Qué relación hay entre el estrés y la celulitis?

El estrés es un acompañante de la vida moderna. Debemos aprender a convivir con él sin darle oportunidad a dañarnos.

Las patologías relacionadas con el estrés son múltiples: depresión, ansiedad, imsomnio, jaquecas, hipertensión arterial, conductas agresivas, enfermedades como las úlceras gastroduodenales, etc. y, por supuesto, también la celulitis.

Ejercicio para la celulitis
Ejercicio N°1
Propósito: fortalecer los músculos abductores y glúteos.

Posición: decúbito dorsal con las piernas cerradas y juntas sosteniendo una almohada en el medio con la espalda derecha en el suelo y los brazos en el abdomen relajados.

Movimiento: juntar las piernas (abductores) en el centro y contraer los glúteos subiendo las caderas.

Ejercicio N°2

Propósito: fortalecer los glúteos.

Posición: en posición de cuadrupedia, los brazos semiflextados en el suelo con apoyo palmar, mientras una rodilla va apoyada en el suelo y la pierna contraria se eleva en forma extendida hasta la altura de la cadera.

Movimiento: elevar la pierna hasta la altura de la cadera para contraer el glúteo firmemente.

Evitar: no elevar nunca la pierna más arriba de la línea de los hombros y mantener firme los abdominales para no flexionar la zona lumbar.

Ejercicio N°3 
Propósito: fortalecer los músculos del cuadriceps, isquiotibiales y glúteos.

Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una pequeña semiflexión de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto al centro de gravedad.

Movimiento: alternando el movimiento de semiflexión de rodillas de cada pierna, se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad, produciendo la contracción de los músculos principales.

Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura.

Ejercicio N°4

Propósito: fortalecer los músculos del cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.

Posición: de pie, una pierna delante de la otra, para realizar una flexión profunda de rodilla anterior. Espalda siempre en posición recta con respecto al centro de gravedad.

Movimiento: alternando el movimiento de flexión de rodillas de cada pierna es de casi 90° por cada pierna, se lleva la fuerza hacia el centro de gravedad, produciendo la contracción de los músculos principales en especial glúteo.

Evitar: flexionar o llevar la mirada hacia abajo para no viciar la postura

Ejercicio N°5:


Propósito: fortalecer los músculos abductores, cuádriceps y glúteos.

Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera. Movimiento: flexión de rodillas hasta los 90°, para actuar los músculos de cuádriceps, abductores y glúteos.

Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.

Ejercicio N°6
Propósito: fortalecer los músculos abductores, abductores, cuádriceps y glúteos.

Posición: de pie, piernas separadas más ancho que la pelvis y las rodillas y puntas de pié abiertas. Tronco recto y manos a la cadera.

Movimiento: flexión de una rodilla trasladando el peso del tronco a la rodilla en flexión, mientras la otra pierna permanece extendida, para realizar posteriormente el cambio.

Evitar: la flexión de tronco y no llevar la mirada hacia el suelo.


PAUTA DE EJERCICIOS:

Se recomienda que realices un trabajo aeróbico (cardiovascular) para aumentar tu temperatura corporal y preparar todo el sistema osteomuscular para el trabajo localizado y específico a estimular.

Trabajo cardiovascular: de una duración entre 15 a 20 minutos a una intensidad moderada, que puede ser:
• Caminata
• Bicicleta
• Aeróbica

Trabajo localizado:
Ejercicio Nº1

Propósito: acción músculos abdominales bajos.

Posición: decúbito supino, brazos extendidos a lo largo de los costados, pierna derecha doblada hacia arriba, la izquierda flexionada
y levantar la punta del pie.

Movimiento: acercar la rodilla derecha al pecho e inspirar al retorno; al finalizar, ejecutar con la otra pierna sin elevar la espalda del suelo


Ejercicio Nº 2
Propósito: acción de los músculos abdominales altos y oblicuos.

Posición: decúbito supino, mano izquierda detrás de la nuca, codo hacia fuera, brazo derecho extendido a la altura del hombro.

Movimiento: acercar el hombro izquierdo a la rodilla derecha elevándolo solamente 15 cm. Alfinalizar, ejecutar con la parte opuesta. La espalda adherida al suelo y no presionar sobre la nuca con la mano

Ejercicio Nº 3

Propósito: acción músculos abdominales altos.

Posición: decúbito supino, piernas flexionadas y abiertas a lo ancho de la pelvis, brazos extendidos a lo largo de los costados.

Movimiento: levantar solamente 15 cm la cabeza y los hombros y volver a la posición inicial, manteniendo la espalda adherida al suelo.

Ejercicio Nº 4


Propósito: acción músculos abdomen altos.

Posición: decúbito supino, reposar las piernas unidas, una después de la otra, sobre una silla en manera de formar un ángulo de 90º grados entre los muslos y el busto, pies a martillo, las manos detrás de la nuca, codos hacia fuera.

Movimiento: levantar la cabeza y los hombros solamente 15 cm del suelo y la espalda adherida al suelo.

Ejercicio Nº 5



Propósito: acción de la musculatura del recto anterior del abdomen y oblicuos.

Posición: decúbito supino, apoyar las piernas unidas, una después de la otra, sobre una silla en modo de formar un ángulo de 90º grados entre los muslos y el busto, pies a martillo, las manos detrás de la nuca y codos hacia fuera.

Movimiento: acercar el hombro izquierdo a la rodilla derecha, elevándolo a solo 15 cm del suelo y el otro codo hacia fuera manteniéndolo pegado al suelo. Al finalizar las repeticiones, ejecutar con la parte opuesta.

Ejercicio Nº 6


Propósito: acción de los músculos abdominales bajos.

Posición: decúbito supino, apoyar las piernas unidas, una después de la otra, sobre una silla en modo de formar un ángulo de 90º grados entre los muslos y el busto, pies a martillo, las manos detrás de la nuca y codos hacia fuera.

Movimiento: levantar ligeramente la cabeza y los hombros a 15 cm del suelo y al mismo tiempo acercar las rodillas al pecho; permaneciendo los glúteos en el suelo. Para evitar que la zona baja de la espalda (lumbar) no se despegue del suelo.


Estos son algunos ejercicios que puedes realizar después del trabajo cardiovascular, lo relevante va a estar determinado por las:

Series: número de veces que se deben ejecutar dependiendo de su capacidad física.

Repeticiones: número de ejecuciones que se realizan en cada serie

Tiempo de recuperación: es el descanso entre cada serie.



  

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