La piel es un órgano de vital importancia, estructura
compleja y múltiples funciones. Es una “envoltura” con propiedades únicas:
compacta, resistente, pero a la vez elástica, sensible y en continuo recambio.
Es el órgano más grande de nuestra economía, tiene una
superficie aproximada de 2m2, su espesor promedio es de 2 mm, su peso
representa el 30% del peso total de un adulto y sus vasos sanguíneos pueden
llegar a contener 1800ml de sangre.
Entre
sus funciones se destacan las siguientes:
1. Barrera: mantiene el medio interno, oponiéndose a las
pérdidas hidroproteicas.
2. Protección: de agresiones físicas, químicas y
microbiológicas.
3. Termorregulación: conserva el calor por
vasoconstricción y por la estructura aislante de la hipodermis; y enfría por
vasodilatación y evaporación del sudor.
4. Protege de los rayos ultravioletas: por medio de 2
barreras: la melánica (fabricada por los melanocitos) y la córnea (queratina)
fabricada por los queratinocitos, que impiden que los rayos ultravioletas
ejerzan su acción dañina sobre el ADN nuclear.
5. Percepción múltiple: a través de la información
captada por millares de terminaciones nerviosas distribuidas sobre su
superficie.
6. Interviene en el metabolismo de importantes moléculas,
como la síntesis de vitamina D.
7. Vigilancia inmunológica: por medio de las células de
Langerhans.
8. Se la podría considerar como un órgano de expresión, por
su capacidad de revelar los estados anímicos muy diversos: vergüenza (rubor),
ira (enrojecimiento), temor (palidez), ansiedad (sudor), etc.
En resumen, la piel, a través de todas estas funciones asegura
el mantenimiento de la integridad y de la homeostasis del organismo.
ESTRUCTURA DE LA PIEL
La piel es un órgano heterogéneo que incluye todos los
tejidos, excepto cartílago y hueso.
Histológicamente está constituida por tres capas que
desde la superficie a la profundidad son: epidermis (epitelio de cobertura),
dermis (vascularizada, rica en anexos cutáneos y estructuras nerviosas) e
hipodermis o tejido celular subcutáneo (TCS).
Dentro de los anexos cutáneos se incluyen: el aparato pilosebáceo,
las uñas, glándulas sudoríparas écrinas y apócrinas.
Las características anatómicas y fisiológicas de la piel
difieren según la edad del individuo, el sexo y según la región del cuerpo que
consideremos.
En la superficie presenta surcos y crestas que en los
pulpejos de los dedos adquieren un patrón individual (dermatoglifos) usado para
la identificación de las personas, detección temprana de algunas anormalidades
genéticas y defectos causados por infecciones in útero.
La coloración de la piel depende de la combinación de
varios pigmentos endógenos y exógenos, de los cuales el más importante es la
melanina, cuya síntesis está regulada por factores raciales y genéticos (color
constitutivo) y que puede modificarse por otros estímulos (color inducido o
facultativo).
EPIDERMIS
Es el epitelio de cobertura y es el único tejido en
contacto directo con el ambiente. Sus funciones fundamentales son: de
protección y defensa, tanto por su estructura estratificada y la continua
formación de queratina, como por los mecanismos inmunes que allí se generan; también
interviene en la síntesis de vitamina D.
Su espesor varía según la región del cuerpo de 0,04 mm
(parpados) a 1,6mm (palmas), la edad y el sexo del individuo.
De
la profundidad a la superficie se distinguen las siguientes capas o estratos:
Capa
basal o germinativa: constituida por una hilera de células
cilíndricas, con el eje mayor vertical, que asienta sobre la membrana basal o
unión dermoepidérmica, y cuya división o mitosis da origen a las células supra
yacentes.
·
Capa
espinosa: compuesta por varias hileras de células poliédricas (5
a 10 según las regiones), que a medida que ascienden se van aplanando; están
unidas entre sí por “puentes intercelulares” (desmosomas) que le dan el aspecto
espinoso. El espacio intercelular está formado por la sustancia cementante o
glucocálix.
·
Capa
granulosa: formada por 2 a 3 hileras de células aplanadas y eje
mayor horizontal, que contienen en su citoplasma gránulos basófilos dequeratohialina.
·
Capa
córnea: constituida por capas apiladas de células aplanadas,
anucleadas, y sin organelas citoplasmáticas, muertas, íntimamente unidas entre
sí. Éstas se desplazan hasta desprenderse en su superficie; lo que constituye
la descamación permanente e inaparente. La capa cornea es la capa protectora
por excelencia, ofrece a la vez rigidez y cierta flexibilidad para no fisurarse
con los movimientos; es impermeable a los fluidos internos y externos y se
opone a la penetración de moléculas exógenas.
El estrato lúcido sólo se ve en la piel gruesa de las
palmas y plantas, por debajo de la capa córnea.
DERMIS
La dermis se encuentra entre la epidermis y el tejido subcutáneo;
es altamente vascularizada, nutriendo a la epidermis que es avascular. Cumple
funciones de inducir el crecimiento y diferenciación sobre la epidermis.
El espesor de la dermis es variable: de 1- 4 mm, según la
localización anatómica.
Es además un tejido conectivo diferenciado que está constituido
por células, fibras y sustancia fundamental amorfa.
Células
fibroblastos:
representan la célula principal y característica de todos los tejidos
conectivos, que sintetizan las fibras y la sustancia fundamental.
miofibroblastos:
son los responsables de la contracción y retracción del tejido de cicatrización
mastocitos:
células móviles con importantes propiedades y funciones en el sistema defensivo
, al ser estimulados liberan mediadores de la inflamación como histamina,
heparina y serotonina,
histiocitos/macrófagos: , correspondientes a
los monocitos sanguíneos responsables de la fagocitosis y la presentación de antígeno
en las reacciones inmunes.
células de
Langerhans: (presentadoras de antígenos) y
linfocitos:,
encargados de la inmunovigilancia.
Fibras
Las fibras de
colágeno representan el elemento más importante de la dermis y le aportan su firmeza
mecánica. La síntesis de colágeno se realiza a nivel intracelular (en
fibroblastos) y su organización (fibrillas, fibras), a nivel extracelular igual
que su destrucción (colagenasas, proteasas). Son gruesas largas y no
ramificadas.
Las
fibras elásticas se componen de proteínas microfibrilares con
una matriz de elastina y forman en la dermis una red que aporta a la piel su elasticidad.
Son finas, muy ramificadas y onduladas en estado de relajación.
Desde
el punto de vista morfológico y funcional, la dermis se divide en 2
compartimientos:
Dermis adventicial
(papilar y perianexial): encargada de los intercambios nutritivos y metabólicos
con la epidermis.
Dermis reticular
(profunda): cuya función es dar resistencia y dureza a la dermis.
La
dermis suministra a la piel:
Ø RESISTENCIA
Ø FLEXIBILIADAD
Ø ELASTICIDAD
Ø
HIPODERMIS
La grasa subcutánea, derivada embriológicamente del mesenquima.
Su separación con la dermis no es franca y podría considerarse que hay
continuidad entre ambas, ( ver figura 5).
Sirve como
almohadilla absorbente de golpes, protegiendo estructuras vitales; manteniendo
el calor corporal, al actuar de aislante y de reservorio de energía en caso de
ayuno. Además, permite el desplazamiento y movilidad de la piel sobre los
planos profundos. Es el soporte de vasos sanguíneos y nervios que pasan desde
los tejidos subyacentes hacia la dermis. Los folículos pilosos y glándulas
sudoríparas se originan en este nivel.
Constituida por su principal elemento constitutivo el
adipocito o célula grasa, que al unirse forman microlóbulos (lóbulos
primarios), los que al unirse dan origen a los lobulillos (lóbulos secundarios),
estos están separados y sostenidos por tabiques intercalados por tejido conectivo
por los que circulan vasos sanguíneos, linfáticos y nervios, constituyendo una
trama de fibras colágenas y de reticulina con abundantes capilares terminando
en redes.
La grasa subcutánea está constituida principalmente por
triglicéridos.
Funciones
de la Hipodermis:
Ø PROTECCIÓN,
contra traumatismos
Ø CONSERVACIÓN
del calor corporal
Ø RESERVORIO
NUTRICIONAL y de energía
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