El acortamiento
del psoas, que afecta por igual a
personas deportistas y sedentarias. Es algo bastante común, aunque hay mucha
gente que no es consciente de que sufre de esta patología, y achaca los dolores
en la zona lumbar a otras causas. Explico cómo realizar el test
de Thomas para saber si sufrimos acortamiento del psoas
El psoas es difícil de
localizar, ya que pertenece a la musculatura profunda, pero es un músculo muy
importante que debemos cuidar, porque funciona como nexo de unión entre el
tronco y las extremidades inferiores. Hacer esta prueba sólo os tomará unos
minutos, y os permitirá saber si debéis dedicar un poco más de tiempo a este
músculo.
El Test de Thomas recibe su nombre por el cirujano
británico Dr. Hugh Owen Thomas, especializado en el rango de movilidad de la
cadera. Nos permite valorar si la cadera puede extenderse por completo o si,
por el contrario, sufre algún acortamiento.
Nos colocamos en decúbito prono (tumbados boca arriba)
sobre una mesa, con las piernas colgando a la altura de la rodilla. Tomamos una
de nuestras piernas y la llevamos estirada hasta los 90 grados (si llega). Si
la pierna que permanece en reposo se levanta, quiere decir que sufrimos de
acortamiento de psoas.
Este test también se puede realizar tumbados boca arriba
en el suelo, y llevando una pierna flexionada hacia el pecho, mientras que la
que está en reposo permanece estirada. La mecánica es la misma: si la pierna en
reposo se levanta, sufrimos acortamiento de psoas.
Otra forma de valoración del estado del psoas consiste en
colocarnos en bipedestación (de pie), tomar una de nuestras rodillas y
acercarla al pecho. Una vez nos encontramos en el punto de máxima flexión,
soltamos la rodilla y debemos mantenerla por encima de los 90 grados al menos
durante 15 segundos. Es una forma un poco más “rústica”, pero nos vale para
hacernos una idea del estado de nuestra musculatura.
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