jueves, 4 de octubre de 2012

• Fisioterapia, Terapia Manual Ortopédica y Reeducación Postural Global (RPG®)

LESIONES EN LOS CORREDORES DE FONDO En los últimos años se ha visto un auge impresionante a nivel mundial en cuanto a la práctica de trotar, en todas sus variedades y formas. En las principales ciudades de Latinoamérica periódicamente se realizan carreras de 5k, 10k, 15k, media maratón (21k) y maratón (42k), a las cuales se les hacen muchísima publicidad. Quizás eso ha contribuido a que mayor cantidad de personas se animen a practicar esta disciplina deportiva, unos con el objetivo de mantenerse en forma y entretenerse, tomando en cuenta los beneficios del caminar y de correr y los bajos costos que supone practicarlo. Pero otros tienen objetivos mucho mayores y más competitivos, que buscan llevar su físico al límite de sus capacidades y ampliarlas progresivamente. Hacia el 2do grupo de personas va dirigido este artículo, aunque les puede servir a todos. En una carrera todos los grupos musculares trabajan de forma sincronizada para garantizar el mejor rendimiento posible de acuerdo a la capacidad física del atleta, pero al mismo tiempo son muchos los músculos y estructuras que pueden ser susceptibles a lesiones si no se toman las previsiones necesarias. Es difícil incluir en un solo artículo todas las estructuras que pueden lesionarse, así que en esta ocasión se describirán solo algunas TIBIAL ANTERIOR
Generalmente se confunde con el dolor causado por una periostitis tibial, que no es más que la inflamación del periostio de la tibia, en cuya estructura se inserta el vientre del musculo. Ambas estructuras se deben tratar de manera simultánea pero con técnicas diferentes. La inflamación del periostio suele mejorar con reposo, hielo y el uso de medias compresivas durante la práctica del deporte. También puede ayudar algún tipo de vendaje funcional o vendaje neuromuscular (kinesio tape). Para el musculo tibial anterior, se debe realizar un estiramiento preciso, tratamiento del punto gatillo, relajación miofascial y la corrección de alguna alteración postural del tobillo-pie, ya que puede predisponer a un esfuerzo extra por parte del músculo. Músculo encargado de realizar la flexión dorsal del pie. Durante el maratón debe contraerse constantemente para garantizar que la punta del pie este elevada al realizar el apoyo del talón. Este musculo se contrae el doble que cualquier otro grupo muscular durante la actividad. Esta excesiva contracción puede activar el punto gatillo visualizado en la imagen, que da dolor en la espinilla, delante del tobillo y en el dedo gordo del pie TIBIAL POSTERIOR
Músculo situado entre el tercio medio de la tibia y membrana interósea en su parte posterior, recorre la pantorrilla pasando por detrás del maléolo interno (el tobillo) hasta llegar a la cara posterior de las 3 cuñas en el tarso y la cara posterior de las cabezas del II, III y IV metatarsianos. Sus principales funciones son las de mantener el arco plantar y evitar que la tibia se desplace hacia afuera en la fase de apoyo durante la marcha. También realiza la supinación (inversión) del pie. Cuando este músculo es débil el pie cae contribuyendo a formar el pie plano. En los maratonistas se describe el Síndrome de estrés del Tibial Posterior, precisamente por el estrés que se genera al apoyar el pie mientras que el músculo realiza un esfuerzo por evitar que la tibia se desplace hacia afuera. Esto podría activar su punto gatillo, causando dolor en la zona media de la pantorrilla y en la zona del tendón de Aquiles en su cara interna, incluso en el talón y hacia la planta del pie. El tratamiento de este músculo consiste en realizar estiramientos, aliviar el punto gatillo y estimular la estabilidad del arco plantar. El uso de medias de compresión durante el entrenamiento ayudará a mantener la salud del músculo. Utilizar calzados adecuados que puedan amortiguar el impacto ayudan a reducir significativamente la fuerza de contracción que debe ejercer el tibial posterior para evitar que la tibia se desplace hacia afuera. Dicho calzado debe mantener la estabilidad del arco plantar. Al igual que con el tibial anterior se debe evaluar la postura en carga del pie, debido a que una alteración de la misma puede predisponer a una actividad excesiva del tibial posterior, haciéndolo susceptible a lesionarse SÓLEO
Músculo olvidado de la pantorrilla, que junto con los gemelos forman el llamado tríceps sural. Su origen se sitúa en la cabeza y borde posterior del peroné y en el borde interno de la tibia y su inserción contribuye a formar el tendón de Aquiles junto con los gemelos para insertarse en el hueso calcáneo. Realiza la flexión plantar del pie cuando la rodilla esta en flexión y la inversión del pie (siendo agonista del tibial posterior). Suele ser un músculo rígido debido a que no se le presta atención para su estiramiento, sobre todo los corredores principiantes. Dicha rigidez es la causante del aumento del estrés en el soleo durante la actividad, tanto para el apoyo, donde debe contraerse excéntricamente para regular la flexión dorsal del pie y evitar la pronación del calcáneo, como para la propulsión, donde debe realizar la flexión plantar del pie. La activación de los puntos gatillo puede ocasionar dolor como se visualiza en la imagen y cuyo tratamiento se basa en las mismas pautas descritas anteriormente NERVIO CIATICO POPLITEO EXTERNO
Este nervio no es más que la continuación del nervio ciático, solo que al llegar a la rodilla se divide en dos, donde uno de ellos, el ciático poplíteo externo, pasa por detrás de la cabeza del peroné, muy superficial, haciéndolo vulnerable por su posición. La irritación del nervio produce dolor y diferentes sensaciones como hormigueo, adormecimiento, entumecimiento, sensaciones eléctricas, de quemazón y rigidez, calambres, entre otras. Este nervio se afecta por la falta de movilidad en la articulación tibio-peronea proximal, a la altura de la rodilla, y al mismo tiempo la falta de movilidad es producida por alteraciones en las tensiones musculares ejercidas por el tibial anterior, soleo, cintilla iliotibial y bíceps femoral. También influye la calidad y elasticidad de todo el sistema nervioso. El tratamiento para mejorar el dolor producido por la irritación de este nervio debe comenzar mucho antes de pensar en él. Se deben tratar todos los grupos musculares antes mencionados, aliviar tensiones y mejorar la elasticidad para disminuir la presión que estos ejercen sobre la rodilla y sobre la articulación tibio-peronea proximal, luego de eso se deben realizar maniobras artrokinéticas de la articulación para finalmente realizar maniobrar neurodinámicas para mejorar la elasticidad del sistema nervioso periférico, logrando así una mejor conducción nerviosa y su consecuente alivio del dolor. Lo más importante a tomar en cuenta, tanto por los corredores como por los fisioterapeutas, es que el tratamiento aislado de las estructuras afectadas sin tomarlas en cuenta dentro de un contexto global, solo va a tener un efecto paliativo y no curativo ya que la posibilidad de reincidencia quedará latente. En cambio si el tratamiento es enfocado dentro de un contexto de globalidad las posibilidades de mejoría aumentan y el riesgo de reincidencia disminuye. No puede haber una mejoría real si no se modifica el patrón postural afectado, para ello hay que modificar la percepción que el cerebro tiene de la postura y adaptarlo a los cambios aplicados. Solo eso garantizará un equilibro neuro-muscular para que el cuerpo trabaje en la mayor armonía posible

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