Dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional
El dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional con rectificación de la columna generalmente se debe a contractura de los músculos del cuello, cara o cabeza.
A su vez la contractura muscular es consecuencia de la presencia de focos irritativos o de campos interferentes en la región o distantes.
En la radiografía o en la resonancia puede verse artrosis, hernia de disco, rectificación. Lo común es que se culpe a lo que se ve en esas imágenes como la causa del problema. Pero en realidad las imágenes representan sólo el resultado de un proceso.
El dolor puede acompañarse de limitación del movimiento, mareos, vértigo, náuseas, vómitos, taponamiento de oídos, sensación de vacío en la cabeza, etc. A veces el dolor no es tan importante y predomina alguno de estos otros síntomas. Una columna rectificada simplemente significa que ha perdido su curvatura normal porque los tejidos blandos que la rodean (músculos, tendones) se encuentran bajo enorme tensión.
Cuando el problema persiste en el tiempo y no responde a los tratamientos comunes, la causa habitualmente se debe a la actividad de un foco irritativo o de un campo interferente que irrita al sistema nervioso. Esa irritación, que suele estar presente desde mucho tiempo atrás, se mantendrá en la memoria del cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado. La postura, un esfuerzo, una gripe, un problema emocional o el estrés pueden representar el desencadenante en un sistema sobrecargado por otras irritaciones.
La columna cervical, como cualquier otra parte del organismo, no puede ser analizada como un elemento mecánico que funciona independientemente de la persona. Es una estructura viva y está sometida a todas las influencias positivas y negativas, internas y externas, que recibe esa persona
De acuerdo a nuestra forma de entender el problema, el mareo, el vértigo, el dolor de cabeza, representan el último eslabón de una cadena de al menos tres eslabones. Tratar el último eslabón de una cadena significa tratamiento sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la causa.
El segundo eslabón en esta cadena está representado por contractura muscular disfuncional, con la consiguiente rectificación cervical; artrosis, hernia discal. Tratar este segundo eslabón con anti-artrósicos, corticoides (cortisona) o relajantes musculares también es ofrecer un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema
El primer eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio del cuerpo que con el tiempo provoca contractura muscular, y con el tiempo cambios morfológicos en el hueso, disco o cartílago vertebral. Un campo interferente puede causar síntomas directamente sin provocar los cambios en el segundo eslabón.
El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del campo interferente causal.
Problemas de salud persistentes o recurrentes
Focos irritativos y campos interferentes
Los focos irritativos y los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo.
La medicina clásica no reconoce la existencia de focos irritativos ni de campos interferentes
Los campos interferentes se tratan mediante la inyección de un anestésico local muy diluido y pueden desarrollarse en:
1 un proceso inflamatorio antiguo: amígdalas; adenoides; senos de la cara (sinusitis); oídos (otitis); sistema nervioso central (meningitis, encefalitis); hígado (hepatitis); vesícula; páncreas; pulmón; bronquios; estómago; intestino; apéndice; riñón; vejiga (cistitis); próstata; pene (venéreas); ovarios; útero; vagina (infecciones); abscesos; etc.
2 una cicatriz por cirugía o herida en piel, mucosa, músculo, víscera, tendón o hueso (fractura).
3. Un traumatismo (golpe, caída, agresión física)
4. Fibras musculares disfuncionales como consecuencia de traumatismo, cirugía o secundariamente a otro campo interferente
5. Problemas odontológicos: una pieza dentaria desvitalizada (conducto); una infección presente o pasada; problemas en el hueso subyacente; cicatrices de extracciones.
6. La memoria corporal de una carga afectiva, emocional o daño psicológico (estrés, pérdida, abuso sexual, tortura, etc.).
Los focos irritativos en general requieren tratamiento quirúrgico y están representados por:
1. un cuerpo extraño (metal, vidrio, hilo de sutura, talco de los guantes, etc.).
2. piezas dentarias en posición anómala (muela del juicio), un resto de raíz.
En la misma persona pueden coexistir varios focos irritativos y campos interferentes.
Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de focos irritativos o campos interferentes, las funciones corporales recuperan su actividad natural y la enfermedad inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son muy rápidos.
Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación.
Tratamiento
Ocuparse sólo de una estructura sin prestar atención a los elementos que la rodean, a posibles focos irritativos distantes y a la historia de vida de esa persona, conduce al fracaso de cualquier tratamiento.
La forma de resolver un problema tan complejo no puede basarse en relajantes musculares, analgésicos, antiinflamatorios, corticoides, clonazepán y/o antidepresivos
La corrección de los problemas locales y distantes, nuevos y viejos, propios de cada persona, sólo puede lograrse con un tratamiento que abarque la problemática en su totalidad.
La medicina para la autoorganización mediante terapia neural, modulación neuromuscular y odontología neurofocal cumple este objetivo.
El ozono puede ser un útil complemento terapéutico.
El uso prolongado de analgésicos-antiinflamatorios puede ser causa de importantes efectos tóxicos
Problemas asociados con la musculatura
El dolor muscular se asocia con diversos cuadros clínicos. Es decir que en muchísimas situaciones clínicas el dolor persistente o recurrente es complejo y aunque exista un diagnóstico surgido de radiografías, resonancias, etc. la musculatura suele contribuir en el dolor total. Este hecho es muy importante porque el componente muscular también debe ser tratado para resolver definitivamente el problema.
A continuación se presenta un listado de situaciones clínicas en las que el dolor muscular puede contribuir enormemente en el dolor total.
Listado de cuadros clínicos asociados con dolores musculares
• artrosis o artritis de cualquier articulación (diversos músculos)
• bursitis (diversos músculos)
• canal estrecho (músculos lumbares)
• ciática (músculos lumbares y de la extremidad)
• coccigodinia (músculos del perineo)
• codo de tenista (músculos del antebrazo y brazo)
• condritis costilla-esternón (músculos torácicos)
• dolor de cabeza (músculos del cuello y craneales)
• dolor inguinal (músculos lumbares y del muslo)
• dolor perineal (músculos pelvianos y del muslo)
• dolor postquirúrgico persistente (diversos músculos)
• epitrocleitis (músculos del antebrazo)
• escoliosis (músculos cervicales, dorsales o lumbares paravertebrales)
• espolón calcáneo (músculos de la pantorrilla
• espondilolistesis (músculos vertebrales y paravertebrales)
• fascitis plantar (músculos de la pantorrilla)
• fibromialgia (diversos músculos)
• fibrosis post cirugía de columna (músculos lumbares y de la extremidad)
• fibrositis (diversos músculos)
• hernia de disco (músculos lumbares y de la extremidad)
• herpes zóster (músculos regionales de la zona afectada)
• lumbago (músculos lumbares y de la extremidad)
• mastodinia, mastitis (dolor en la mama) (músculos torácicos)
• neuralgia post-herpética (músculos regionales de la zona afectada)
• neurosis cardíaca (músculos torácicos)
• periostitis (músculos de la pierna)
• prótesis dolorosa, cadera o rodilla (músculos lumbares y extremidad)
• pubalgia (músculos abdominales y del muslo)
• puntos gatillo (diversos músculos)
• radiculopatía (diversos músculos)
• sacroileitis (músculos lumbares)
• síndrome de Tietze (osteocondritis) (músculos torácicos)
• síndrome de la pata de ganso (pes anserinum) (músculos del muslo)
• síndrome de piernas inquietas (músculos de la pantorrilla)
• síndrome miofascial (diversos músculos)
• síndrome doloroso post-infarto (músculos torácicos)
• talalgia, dolor en el talón (músculos de la pantorrilla)
• tendinitis (diversos músculos)
• tortícolis (músculos del cuello)
• trigger points (diversos músculos)
• túnel carpiano (músculos del cuello, brazo y antebrazo)
• túnel cubital (músculos del brazo)
El compromiso muscular además de causar dolor persistente o recurrente puede asociarse con otros síntomas
Listado de otras manifestaciones asociadas con compromiso muscular
• acúfenos, tinnitus, zumbido en el oído (músculos del cuello)
• aflojamiento inesperado de cadera o rodilla (músculos lumbares o del muslo)
• agravamiento de hemiplejía, cuadriplejía o paraplejía (diversos músculos)
• angina de pecho con función cardíaca normal (músculos del tórax)
• angustia, depresión (diversos músculos)
• bruxismo (músculos de la masticación)
• caída inesperada de objetos de la mano (músculos del cuello)
• calambres en la pantorrilla (músculos de la pantorrilla)
• debilidad para cerrar el puño (músculos del cuello, brazo o mano)
• dificultad para abrir un picaporte o botella (músculos del antebrazo)
• dificultad para agacharse (músculos dorsales o lumbares)
• dificultad para bajar o subir escaleras (músculos del muslo)
• dificultad para cambiar de posición en la cama (músculos dorsales o lumbares)
• dificultad para caminar (músculos lumbares o del muslo)
• dificultad para empezar a caminar (músculos lumbares o del muslo)
• dificultad para escribir (músculos del cuello, brazo o mano)
• dificultad para incorporarse de la silla (músculos lumbares y del muslo)
• dificultad para mantenerse de pie (músculos lumbares, muslo o pantorrilla)
• dificultad para peinarse o vestirse (músculos del cuello y del hombro)
• dolor en la rodilla por usar silla de ruedas (músculos del muslo)
• dolor que despierta por la noche (diversos músculos)
• edema, cambio de color u hormigueo de la mano (músculos del cuello o brazo)
• edema o dolor de la mama, hipersensibilidad del pezón (músculos del tórax)
• edema persistente en una pierna (músculos de la pantorrilla)
• hombro doloroso o ruidoso (músculos del hombro y del tórax)
• insomnio, dificultad para dormir (diversos músculos)
• mareos, vértigo (músculos del cuello)
• rótula trabada (músculos del muslo)
• sensación de brazo pesado (músculos del hombro y del brazo)
• sensación de pesadez en las piernas (músculos de la pantorrilla)
Tratamiento
El tratamiento debería estar dirigido a la causa y no a la consecuencia; tanto los calmantes como los relajantes musculares tratan la consecuencia; los medicamentos tapan el problema, no lo resuelven.
La medicina para la autoorganización mediante terapia neural, modulación neuromuscular y odontología neurofocal tiene como objeto resolver la causa.
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