Es común escuchar a personas quejarse de dolor en el cuello o con origen en el cuello, que a menudo les impide realizar ciertas actividades de la vida diaria.
La mayoría de las veces, la causa subyacente es una artritis o un traumatismo.
TARUMATISMO
Implica que se ha ejercido una fuerza externa sobre la columna cervical, causando a los tejidos un daño del que resulta imposibilidad de realizar la función normalmente. La secuela de estas fuerzas es una contracción muscular que se convierte en una fuente secundaria de discapacidad.
La tensión emocional es también un factor importante de discapacidad y dolor, ya que se convierte fácilmente en tensor muscular, que conlleva una inflamación de los tejidos sensibles del segmento cervical de la columna.
Un ejemplo muy claro de mala postura cervical, desde el punto de vista ergonómico, es la postura que se adopta para trabajar frente a la computadora, se mantiene el cuello en tensión durante horas, sin hacer apenas pausas.
La posición de la cabeza la determina el ángulo de la pantalla de la computadora, la distancia a la que se encuentra el sujeto y su posición.
Además la persona sentada frente a la computadora puede experimentar estrés y, si está muy concentrado, el cuello sufre una contracción muscular prolongada con la cabeza en una postura que se desvía del centro de gravedad.
El peso de la cabeza también es perjudicial para las cervicales.
Los pacientes con trastornos de este tipo suelen presentar un cuadro de dolor cervical, dolor de cabeza localizado cerca del occipucio, limitación de los rangos de movimiento-debido a que las facetas se hacen más compactas- y síntomas radiculares cuando las raíces nerviosas que asoman sufren una comprensión.
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