Es una disciplina que, basándose en una concepción integral
del sujeto, se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento,
la emoción, el movimiento y de su mayor validez para el desarrollo de la
persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y
relacionarse en el mundo que lo envuelve. Su campo de estudio se basa en el
cuerpo como construcción, y no en el organismo en relación a la especie.
El psicomotricista es el profesional que se ocupa, mediante
los recursos específicos derivados de su formación, de abordar a la persona
desde la mediación corporal y el movimiento. Su intervención va dirigida tanto
a sujetos sanos como a quienes padecen cualquier tipo de trastornos y así sus
áreas de intervención serán tanto a nivel educativo como reeducativo o
terapéutico.
Definición
El término psicomotricidad constituye en sí mismo, partiendo
por su análisis lingüístico, un constructo dual que se corresponde con la
dualidad cartesiana mente-cuerpo. Refleja la ambigüedad de lo psíquico (psico)
y de lo motriz (motricidad), así como de las complejas relaciones entre estos
dos polos. Una definición consensuada en el primer Congreso Europeo de
Psicomotricistas en Alemania (1996) ha llegado a la siguiente formulación:
«Basado en una
visión global de la persona, el término "psicomotricidad" integra las
interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomotrices en la
capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial. La
psicomotricidad, así definida, desempeña un papel fundamental en el desarrollo
armónico de la personalidad. Partiendo de esta concepción se desarrollan
distintas formas de intervención psicomotriz que encuentran su aplicación,
cualquiera que sea la edad, en los ámbitos preventivo, educativo, reeducativo y
terapéutico. Estas prácticas psicomotrices han de conducir a la formación, a la
titulación y al perfeccionamiento profesionales y constituir cada vez más el
objeto de investigaciones científicas.»
Lo que aporta la psicomotricidad a los niños: ventajas,
beneficios
Se trata de que el niño viva con placer las acciones que
desarrolla durante el juego libre. Esto se logra en un espacio habilitado
especialmente para ello (el aula de psicomotricidad); en el que el niño puede
ser él mismo (experimentarse, valerse, conocerse, sentirse, mostrarse, decirse,
etcétera), aceptando unas mínimas normas de seguridad que ayudarán a su
desarrollo cognitivo y motriz bajo un ambiente seguro para él y sus compañeros.
En la práctica psicomotriz se tratan el cuerpo, las emociones, el pensamiento y
los conflictos psicológicos, todo ello a través de las acciones de los niños:
de sus juegos, de sus construcciones, simbolizaciones y de la forma especial de
cada uno de ellos de relacionarse con los objetos y los otros. Con las sesiones
de psicomotricidad se pretende que el niño llegue a gestionar de forma autónoma
sus acciones de relación en una transformación del placer de hacer al placer de
pensar.
Tipos
a. Práctica psicomotriz educativa (preventiva)
Los infantes a través de sus acciones corporales: como
jugar, saltar, manipular objetos, etc. consiguen situarse en el mundo y
adquieren intuitivamente los aprendizajes necesarios para desarrollarse en la
escuela y en la vida. De esta forma lúdica y casi sin enterarse trabajan
conceptos relativos al espacio (arriba/abajo, delante/detrás,
derecha/izquierda,…), al tiempo (rapidez, ritmo, duración,…), destrezas
motrices necesarias para el equilibrio, la vista, la relación entre otros
niños, etc. con los consiguientes efectos sobre la mejor capacitación y
emergencia de la escritura, la lectura y las matemáticas, indispensables hoy en
día para el éxito académico.
b. Práctica de ayuda psicomotriz (terapéutica)
Se realiza en centros privados o en colegios, tanto en grupo
como individual pero desde un enfoque que tiene en cuenta necesidades
especiales y características de los niños o de las personas adultas con
problemas o patologías. Se trata de ayudar a comunicarse a aquellos que tienen
dificultades para relacionarse con los demás y el mundo que les rodea. Se logra
detectar,diagnosticar y tratar alteraciones y trastornos en el desarrollo,
posibilitando el transito adecuado por estas dificultades,colaborando en su
evolución. También se trata de reeducar y/o rehabilitar ciertas funciones, que
se han visto afectadas por diversas patologías o trastornos
afectivo-emocionales.
c. Psicomotricidad acuática
La estimulación psicomotriz acuática es útil cuando el bebé
necesita vivenciar motrizmente sus capacidades de movimiento. El agua le apoya
a elaborar sensaciones y percepciones primeras de peso, volumen, distancia,
esquemas e imagen corporal, y sus necesidades, deseos y posibilidades de
acción, incorporando también, sensaciones de sostén, apoyo, contención, envoltura
y equilibrio, en la constante lucha por la ley de la gravedad.
Implementación del método de estimulación psicomotriz
acuática
Es el caso de un bebé con una lesión cerebral que le afectó
los núcleos de base por dificultades durante el parto. Al tener una hipotonía
importante en la zona del cuello, no le permitía tener la cabeza erguida, razón
por la cual no logró llegar a sentarse. A instancias de los padres, el
neurólogo aprobó la idea de comenzar la estimulación psicomotriz acuática con
el bebé y ellos, como estimuladores naturales durante la sesión. A través de
ejercitadores de contacto y posiciones de equilibrio se pudo fortalecer el tono
muscular en la zona afectada, llegando a revertir favorablemente la situación.
el agua actuaba como estimulador especial, ya que el bebé estaba muy motivado
por ingresar, permanecer y no salir.
Orígenes
A principios del siglo XX, el neurólogo Ernest Dupré puso de
relieve las relaciones entre las anomalías neurológicas y psíquicas con las
motrices. Este médico fue el primero en utilizar el término psicomotricidad y
en describir trastornos del desarrollo psicomotor como la debilidad motriz. Más
adelante dentro de de la neuropsiquiatría infantil sus ideas se desarrollaron
con gran profusión.
El psicólogo e investigador francés Henri Wallon remarcó la
psicomotricidad como la conexión entre lo psíquico y lo motriz. Planteó la
importancia del movimiento para el desarrollo del psiquismo infantil y por
tanto pra la construcción de su esquema e imagen corporal. Según Wallon, el
psiquismo y la motricidad representan la expresión de las relaciones del sujeto
con el entorno, y llega a decir:
"Nada hay en
el niño mas que su cuerpo como expresión de su psiquismo."
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