miércoles, 6 de marzo de 2013

Articulaciones de la Mano

Las articulaciones de la mano están formadas por: cinco huesos metacarpianos cada uno con sus falanges. Cada dedo tiene tres falanges (proximal, media, y distal), excepto el pulgar tiene dos (proximal y distal). Los dí­gitos y sus rayos metacarpiano se numeran del uno al cinco, empezando por el pulgar. Los metacarpianos y las falanges son huesos largos. Cada uno tiene una diáfisis. El extremo proximal o base de cada hueso tiene una superficie articular en forma conjunta con el hueso adyacente. El extremo distal o en la cabeza de cada hueso (con excepción de las falanges distales) también tiene una superficie articular. En las falanges distales, el extremo distal se llama el penacho, no tiene una superficie articular, pero proporciona una conexión para el tejido blando de la punta dí­gital. Las articulaciones de la mano y la muñeca tienen el nombre de los huesos que se conectan. Cada dedo tiene dos articulaciones interfalángica, distal y proximal. El pulgar tiene sólo una articulación interfalángica. Entre las falanges proximal y metacarpianos están los nudillos o articulaciones metacarpofalángicas. Los huesos metacarpianos se articulan con la muñeca (carpo o huesos carpianos) para formar cinco carpometacarpianos de las articulaciones. La primera articulación tiene una superficie que le permite moverse en todas direcciones. Esto le da a el pulgar su libertad de movimiento: extensión y flexión (paralela a la palma de la mano), abducción y aducción (en ángulo recto con la palma de la mano), así­ como la rotación. Además, el primer metacarpiano se ha fijado en un ángulo de 90 grados desde el plano de los otros cuatro metacarpianos, de modo que el pulgar puede entrar en contacto con cada uno de los dedos. El movimiento de oposición del pulgar permite pellizcar, agarrar y manipular objetos de manera eficiente. Huesos de la Mano

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